miércoles, enero 22, 2025
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El poder del baloncesto empodera mujeres en el municipio de Tame

Ledi Neyireth Suárez, jugadora de Arauca en la fase regional de los Juegos Comunales, utiliza este deporte para inspirar a las mujeres de su comunidad, fomentando la integración.

 El baloncesto como sinónimo de unión. Así lo define Ledi Neyireth Suárez, quien en el municipio de Tame, Arauca, por medio de esta disciplina abre espacios para integrar a las mujeres, para que lo practiquen y de esta manera salgan de la cotidianidad y descubran en el deporte una herramienta para fortalecer su autoestima, construir comunidad y soñar con un futuro lleno de oportunidades.

Con su amiga de siempre, Paola Alzate, se encarga de organizar un equipo para participar en los diferentes campeonatos de barrio, donde no solo compiten, sino que también fortalecen los lazos entre las jugadoras y las comunidades. Juntas, no solo entrenan al equipo, sino que también se convierten en mentoras y fuentes de inspiración para las jóvenes que desean aprender y crecer en el baloncesto.

Desde muy niña, el baloncesto la enamoró y nunca lo ha dejado de lado, siempre ha estado allí como su refugio, su motor y su forma de expresarse ante el mundo. A través de él, ha aprendido lecciones de vida, forjado amistades inquebrantables y encontrado una manera de inspirar a otras mujeres a seguir sus sueños, dentro de ellas se encuentra su hija Cinthia Mendoza, quien a su corta edad ya dejó el patinaje para enfocarse en este deporte y seguir así los pasos de su mamá.

Y va por buen camino, como su mamá es una niña ágil, rápida y eficaz. «Yo la llevaba a la cancha para que ella me viera jugar y empezó a lanzar y un entrenador me dijo: su hija va a ser buena jugadora. Desde entonces ha entrenado y lo hace con motivación. Sé que es muy buena y sé que le va a ir muy bien, mi idea es apoyarla al 100 por ciento», dice con el orgullo que siempre destaca a una madre.

Precisamente, en la fase regional de la Orinoquía de los Juegos Comunales, que se lleva a cabo en Yopal, desde la tribuna su hija grita y la alienta, en cada pase, en cada tiro. Con el celular graba cada paso que da Neyireth Suárez en la cancha del Coliseo 20 de Julio, como si cada movimiento de su madre fuera una lección grabada no solo en video, sino también en su corazón. Su mamá no es solo una jugadora, es un ejemplo vivo de dedicación, pasión y amor por el baloncesto, un espejo en el que se refleja y al que aspira alcanzar algún día.

Y es que su mamá tiene claro que la mentalidad lo es todo en el deporte: «siempre salgo a ganar», repite con energía, así como lo hace cuando tiene competencia y lidera a su equipo en la cancha. Cada partido es una oportunidad de demostrar que el esfuerzo y la disciplina siempre dan frutos. «El baloncesto no solo es un juego, es una forma de vida.

Me ha enseñado a ser fuerte, a trabajar en equipo y a nunca rendirme, lecciones que quiero transmitir a mi hija y a todas las jóvenes que entreno», afirmó con convicción.

Sin embargo, además de competir, utiliza su pasión para el deporte como una plataforma para empoderar a las mujeres de su comunidad, inculcando en ellas la importancia de creer en sus capacidades. «El baloncesto es más que encestar, es saber que puedes lograr cualquier meta si te lo propones», recalcó.

En la cancha del Coliseo 20 de Julio, donde se juega algo más que puntos, Ledi Neyireth Suárez demuestra que el baloncesto une, transforma y crea futuros llenos de esperanza. Mientras tanto, Cinthia Mendoza observa, aprende y sueña con el día en que pueda brillar con la misma intensidad que su madre, llevando el legado de unión y pasión por el baloncesto aún más lejos.

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