jueves, marzo 28, 2024
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Reapertura fronteriza no detiene el caos y las irregularidades entre Apure y Arauca

La realidad económica y social en el eje fronterizo Apure-Arauca al finalizar el año 2022 ha sido muy dinámica, tras el anuncio de los gobiernos de Colombia y Venezuela de reabrir la frontera entre Apure y Arauca.

Este hecho ha marcado un antes y un después en esta zona, donde de manera habitual se reporta el intercambio de mercancías ilegales. Según los expertos consultados por lapatilla.com, en esa zona fronteriza impera una economía informal ante la falta de control y supervisión por parte de las autoridades de ambos países.

El economista apureño Efraín Yadala deja al descubierto que en el eje fronterizo Apure-Arauca continúa en auge el negocio del contrabando de alimentos, minerales, materiales estratégicos, así como la constitución de comercios en ambos tramos, creados con fondos provenientes del lavado de dinero, porque la banca no ofrece créditos a las empresas privadas.

“La reapertura de la frontera debería traer consigo mejorías para ambas naciones. Sin embargo, los resultados son poco positivos para el año próximo en comparación con las épocas pasadas. Venezuela logró mantener un intercambio internacional con Colombia en la balanza comercial de 12.000 millones de dólares por año. La realidad actual está muy lejos de ese promedio. Se estima en la actualidad en 300.000 dólares en los últimos meses del año, es decir, noviembre y diciembre”, puntualizó.

Para los expertos, la realidad en la frontera Apure-Arauca es atípica, porque los pasos legales están abiertos de forma intermitente. Por otro lado, se mantienen activas las llamadas “trochas”, y en especial la más transitada como es el paso fluvial de las canoas, situado entre las poblaciones de El Amparo (Apure) y Arauca (Colombia).

“En las trochas, el contrabando de productos, bienes y servicios (comida, artículos de aseo personal y textiles), mueve más dinero, pero no se declara, se pierde de vista y es incontrolable en las trochas. No existen cifras oficiales sobre las actividades económicas desarrolladas en Venezuela. Solo se han creado observatorios de finanzas en algunos estados del país, pero en Apure no se han hecho estudios sobre el tema económico”.

En medio de este contexto, Yadala estima que el 75% de la población en Apure es pobre. Revela, además, que el 25 % restante sobrevive, gracias a las remesas provenientes de otros países del mundo enviadas por venezolanos de clase media y baja, que decidieron salir de Venezuela en busca de una mejorar su calidad de vida.

“El 75% de la población de Apure escasamente puede consumir una comida al día, a pesar de que Apure es un estado rico en productos como carne, leche y granos, los cuales no se producen en otras zonas del país”, agrega.

Para Apure, prevé un crecimiento “muy timorato” de alrededor de 3%, pero debería alcanzar el 5% para que la población sienta un verdadero cambio en su cotidianidad.

Aclara que sigue siendo un negocio para el venezolano comprar alimentos, bienes y servicios en Colombia. No obstante, acota que deben hacerlo aquellos consumidores que poseen dólares, porque el peso colombiano se ha devaluado en frente a la moneda estadounidense, lo cual ha generado bajas ventas en los comercios existentes en Apure-Arauca.

“Un dólar cuesta casi 5.000 pesos, porque tras la llegada de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, se devaluó la moneda en casi un 100%. Pero en Venezuela se ha devaluado en lo que va del año en 300%. Para quienes tengan un ingreso en bolívares, no es rentable comprar en Colombia. Los venezolanos somos valientes, hemos soportado todo. En Colombia u otro país del mundo, no aguanta una devaluación de ese tipo que deriva en un estallido social. La reapertura de la frontera nos ha beneficiado de forma muy incipiente, en aproximadamente un 15%, donde el gran ganador sigue siendo Colombia”, declara.

A pesar de este panorama adverso, Yadala apuesta al capital humano venezolano para salir de la crisis económica en la cual está sumido el país.

En tal sentido, propone que en lugar de emigrar de Venezuela, los jóvenes criollos se queden en el país, produciendo dividendos aquí, porque con 1.000 dólares a la vuelta del año, los venezolanos pueden adquirir bienes.

“La única forma de que este país cambie es que los jóvenes se queden, porque la población venezolana se envejeció. En otros países se produce más dinero, pero el alto costo de los bienes y servicios, así como el envío de remesas merman el ingreso obtenido por los jóvenes en otros países como en España, donde un trabajador gana 1.000 dólares, pero debes pagar 450 dólares por una habitación, producto de la guerra Rusia-Ucrania. En Europa, la comida es más cara que en Venezuela”, declara.

El también asesor de 21 empresas privadas en Apure, recomienda al venezolano que para surfear la crisis, debe priorizar sus necesidades básicas. Precisa que es necesario invertir, porque al obtener el bien, se evade la devaluación. “El dólar también se está devaluando. Lo ideal es invertir en un bien y generar ganancia en dólares”, dijo.

“El intercambio comercial legal no se ha restablecido, por lo cual consecuentemente no es posible realizar un análisis o una evaluación. De acuerdo a lo anteriormente expuesto, no es posible el aumento o la disminución de una actividad económica que no se ha desarrollado. La actual realidad económica de la referida frontera se centra en un estado de desorden e ilegalidad ante la ausencia de control y de irregularidad”, apuntó el vocero de los ganaderos para lapatilla.com en una entrevista exclusiva.

Alcántara explica que el aumento del precio de la carne y la leche en Apure-Arauca no se puede precisar, porque se desconocen los indicadores económicos reportados en ambos lados del eje fronterizo.

“Primero debemos hacer un comparativo del incremento de los precios en el mercado araucano durante los últimos tres meses, para después comparar el incremento nominal y real de los precios entre los dos mercados cárnico y lechero del estado Apure con el departamento de Arauca”.

A juicio del director ejecutivo del Comité de Ganaderos de Arauca-Colombia, es muy complejo determinar el grado de rentabilidad económica en esta zona para el sector ganadero, porque los factores que determinan este índice se encuentran distorsionados por la realidad social, económica y política de la frontera.

“En la medida que existan menos garantías de seguridad, habrán menos estímulos e incentivos para los productores e inversionistas. En principio, una reapertura de frontera aumentará la presencia institucional, lo cual aumentará el grado de confianza de los agentes económicos, incrementando así la dinámica de nuestro sector”, explica Alcántara.

Raúl Rincones, directivo de la Asociación de Ganaderos del estado Apure (Agapure), manifiesta que los negocios de ganadería con Colombia están aún paralizados, porque este anuncio no se ha concretado al 100%

“Los ganaderos apureños invertimos en ganadería en Venezuela, a pesar del rezago financiero y tecnológico que nos pone en desventaja con el mercado colombiano”. Sin embargo, esperan concretar la venta de animales y la compra de insumos en Colombia para mejorar la productividad.

Para el directivo de Agapure, las zonas fronterizas continúan sin cambio. “Esperamos, como siempre, que mejore esta situación en función del entendimiento binacional”, agrega el vocero de los ganaderos.

De acuerdo a fuentes consultadas en la frontera, que pidieron mantener en reserva sus nombres por temor a represalias, la inseguridad sigue siendo un problema evidente en la frontera.

“Los comerciantes no cuentan con la protección necesaria para combatir a los grupos delictivos e irregulares que menoscaban las actividades productivas con la extorsión y el secuestro ante la mirada complaciente de ambos gobiernos. Eso afecta al mercado binacional”, concluyó.

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