La escuela Manuelita Sáenz de la vereda El Corozo, municipio de Cravo Norte, presenta unas condiciones estructurales precarias, por lo que tanto el personal como los estudiantes y padres, urgen soluciones a las autoridades.
La docente Rosa Matilde Vargas Flores comentó que no hay agua, los baños no funcionan, cuando llueve se inunda y de invierno el acceso es aún más difícil.
Actualmente son 8 alumnos. La profesora los atiende en su casa por las condiciones de la institución, además hay épocas en que se le dificulta el traslado.
Han llegado a más niños a matricularse, pero es díficil porque es una responsabilidad mayor para la docente y no hay las condiciones.
«Con los pocos recursos que gano le colaboro a los niños con la comida y se le suma el kit alimenticio de la gobernación. Algunos padres de familia colaboran con productos de aseo», comentó la educadora.
En su casa tiene un espacio habilitado para dictar las clases, por lo que también planteó a más autoridades como alternativa que se le amplíe esa construcción, en su terreno, y les puede brindar una atención más óptima.
Vargas Flores tiene aproximadamente 50 años de ejercicio docente y se dedica con cariño a la atención de los pequeños como si de sus hijos se tratara. Actualmente tiene 68 años de edad, es decir, ya en dos años será desincorporada porque no puede continuar activa por disposición oficial. Mientras tanto sigue atendiendo con todo el cariño a los pequeños.
