Egresados de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia acompañan a cinco resguardos indígenas u’wa en la producción de alimentos, estrategias de alimentación saludable y fortalecimiento social y comunitario.
El proyecto “Autoabastecimiento con sistemas agrícolas para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades indígenas u’wa y sikuani de los municipios de Tame, Fortul y Saravena”, contó con la financiación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP).
El médico veterinario Octavio Vera, coordinador de la iniciativa, menciona que se implementaron huertas familiares y conucos comunitarios con especies de hortalizas, legumbres, tubérculos, frutales y plantas medicinales para fortalecer el autoabastecimiento familiar, acompañado con asistencia técnica agrícola.
También, “se complementó con la construcción del tamizaje inicial de los niños indígenas y madres gestantes, acompañado de sesiones de fortalecimiento del tejido social y comunitario, haciendo énfasis en la prevención de los diferentes tipos de violencia y manejo del gobierno propio en cada resguardo indígena”.
Los resguardos beneficiados fueron: Calafitas l, Calafitas ll, Uncacias, Laguna Tranquila, Angosturas, Cerro Cristal y Sabanas de Curipao.
En dicho tamizaje se evidenció que dentro de las comunidades indígenas prevalece el retraso en la talla, ya que de las 253 personas evaluadas solo 20 se encontraban en la estatura indicada para la edad, según los parámetros de la Organización Mundial de la Salud.
Según Ana María Romero Hernández, coordinadora de Extensión de la UNAL Sede Orinoquia, “estas comunidades se priorizaron porque han sufrido afectaciones climáticas que constituyen una amenaza para la supervivencia de sus integrantes, además de afectaciones por grupos armados que han limitado sus actividades culturales y productivas”. A dicha situación habría que agregar que estas comunidades tienen poco acceso a servicios de salud, agua y saneamiento básico.
El ingeniero ambiental Carlos Garavito agrega que el abordaje de las problemáticas ambientales actuales, como el cambio climático, han desencadenado desabastecimiento de alimentos en las comunidades indígenas.
Por eso, “el acompañamiento técnico estuvo dirigido a introducir nuevas estrategias como: manejo del suelo, rotación de cultivos, elaboración de abonos orgánicos, incremento de la producción para minimizar las prácticas erosivas con el medioambiente como la tala y quema de bosques vírgenes”.
Por su parte Geraldine Calderón, nutricionista dietista, resalta que las comunidades reconocen el valor y el aporte nutricional de los alimentos tradicionales; en ese sentido, el trabajo realizado con ellos se centró en el desarrollo conjunto de estrategias para establecer una dieta variada y equilibrada.
Los u’wa, que habitan en Santander, Norte de Santander, Boyacá, Arauca y Casanare, forman parte de las comunidades indígenas declaradas en riesgo de desaparición según el Auto N. 004 de 2009 de la Corte Constitucional derivado de la Sentencia T 0-25 de 2004 sobre desplazamiento forzado por el conflicto armado interno en Colombia.
Este reconocimiento jurídico de riesgo de extinción física y cultural ha sido de vital importancia en el marco de la lucha y resistencia de la comunidad, ya que le ha permitido adelantar acciones, también de carácter jurídico, para su salvaguarda y protección.
Sofía Parada, psicóloga del proyecto, indicó que “después de la intervención psicosocial, se evidencia un cambio en la participación por parte de las mujeres, con un rol activo en las integraciones grupales, reconociendo su papel de mujer como un pilar para el avance de las comunidades indígenas”.
Destaca que dentro del proyecto se promovieron actividades en las que se fomentará la participación de las mujeres en las decisiones grupales, además se articuló con cada uno de los cabildos la formación en gobierno propio, evidenciando un mayor número de mujeres en los espacios de liderazgo dentro de cada comunidad, construyendo conjuntamente soluciones y rutas de atención para factores detonantes negativos como violencia intrafamiliar, alcoholismo y consumo de sustancias psicoactivas.
El trabajo interdisciplinar del equipo UNAL logró incrementar la producción agrícola y contribuir a garantizar la seguridad y soberanía alimentaria del pueblo u’wa. Sin embargo, a pesar de las intervenciones y el resultado del proyecto, la presencia de actores armados limita los recorridos de las comunidades indígenas a través de sus territorios ancestrales y a su vez impide la realización de acciones como la caza y la pesca.
Con los resultados de la intervención se espera direccionar futuras intervenciones con entidades de cooperación internacional promoviendo sistemas productivos de autoabastecimiento que permitan garantizar la soberanía alimentaria y nutricional como eje estructural para la sobrevivencia de los pueblos indígenas de la Orinoquia.