El gremio médico de Cúcuta y Norte de Santander sigue teniendo bajas en la guerra contra la pandemia de COVID-19. Este domingo murió en la clínica San José el doctor Iván Santaella, quien tenía varios días hospitalizados.
A finales de noviembre, se llevó a cabo una campaña de donación de sangre para él, a través de las redes sociales; incluso, el Hospital San Vicente de Arauca, del cual Santaella fue gerente, se unió a esta iniciativa.
Sin embargo, el médico no pudo vencer la enfermedad. Iván Darío Santaella Bedoya se venía desempeñando como director del Hospital Regional Suroccidental.
La muerte del galeno se da 10 días después del fallecimiento del médico urólogo Luis Alberto Lobo, también en la capital de Norte de Santander, por causa del coronavirus.
Vale resaltar que en los últimos días el gremio médico se ha pronunciado a través de comunicados a la opinión pública, solicitando al alcalde Jairo Yáñez y al gobernador Silvano Serrano una nueva cuarentena en la ciudad y catalogando de insuficientes las medidas adoptadas el pasado viernes.
Además, estos profesionales de la salud han alertado de “una tragedia de incalculable pérdida de vidas humanas” por el descontrol de los contagios y sobre que “los siguientes días no tendremos insumos hospitalarios ni medicamentos necesarios para atender los enfermos”.
“Esta calamidad pública en nuestra ciudad se ha desbordado alcanzando límites inimaginables, superando la ya extendida capacidad hospitalaria y de camas de cuidado intensivo que apenas logran rescatar el 20% de quienes pueden acceder a ellas. Esto ha ocasionado que cada día nuestros enfermos estén falleciendo en sus casas por COVID-19 o por la falta de atención de las enfermedades comunes, cuyo daño colateral también está cobrando un sin número de vidas humanas”.
El gremio ha recalcado que “tampoco habrá quien los atienda, porque la creciente afección del recurso humano en salud está generando incapacidades temporales y permanentes, y todos los días cobra vidas muy valiosas e imprescindibles en estos momentos”.
“Si un médico, una enfermera o una terapeuta falta, representa el sufrimiento de muchas personas que los necesitan”, aseguran. Por ello, hacen un llamado presidente Iván Duque y al ministro de Salud para que convoquen una comisión evaluadora permanente de las medidas implementadas por el Puesto de Mando Unificado (PMU) en Norte de Santander.
