El Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo estableció que de los 164 líderes sociales y defensores de DD.HH. asesinados durante el presente año, 153 eran hombres y 11 mujeres, en su mayoría dedicados a trabajos comunales (62), campesinos (26), comunitarios (22) o indígenas (21), entre otros.
El histórico desde el 1 de enero de 2016 al 30 de noviembre pasado es de 423 asesinados, siendo el 2018 en el que mayor número de homicidios se han cometido (164), luego el 2016 (133) y el 2017 (126).
El Defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera, se refirió hoy a estas cifras en el ‘Seminario académico ¿hacia dónde vamos en la defensa de los derechos humanos? Balances y perspectivas en el marco del 20 aniversario de la Declaración de Naciones Unidas sobre Defensores y Defensoras de Derechos Humanos’.
En este evento, Negret Mosquera habló sobre la necesidad de que los funcionarios conozcan la realidad en las regiones donde persiste la violencia: “Tenemos que ir a terreno como van los ciudadanos a todas partes, en panga, en mula, a caballo”.
Los departamentos en donde hubo mayor ocurrencia de hechos son Cauca (30); Antioquia (24); Norte de Santander (18); Valle del Cauca (12); Nariño (11); Meta (10); Caquetá (9); Putumayo (9); Arauca (6); Chocó (6); Córdoba (5); de a dos casos en Bogotá, Bolívar, Caldas, Cesar, Huila, Magdalena, Quindío, Risaralda, Santander y Tolima. Y con un caso cada uno: Atlántico, Boyacá, Casanare y Vichada.
Los 15 municipios con mayores niveles de homicidios están en los departamentos más críticos. En Tumaco (Nariño) se dieron 6 casos. Cuatro hechos ocurrieron en Cáceres e Ituango (Antioquia); La Macarena (Meta); San José de Uré (Córdoba); Tarazá (Antioquia) y Tibú (Norte de Santander).
Y con tres casos cada uno en Arauquita (Arauca); Balboa y Caloto (Cauca); El Dovio (Valle del Cauca); El Tarra (Norte de Santander); Orito (Putumayo); Quibdó (Chocó) y San Vicente del Caguán (Caquetá).