En el año 2010 se firmó un contrato entre la Empresa Municipal de Servicios Públicos de Arauca (Emserpa) y el Consorcio Arauca. El contrato de obra se suscribió por un valor de $ 10.824 millones y se pagó con recursos de regalías. Aunque la obra civil se terminó y se liquidó el contrato en el año 2012, esta nunca se puso en funcionamiento: resulta que la planta nunca tuvo la dotación ni los equipos necesarios para prestar el servicio.
En el año 2018, la Contraloría General de la República determinó hallazgos fiscales por más de diez mil millones de pesos, la millonaria suma que el ente de control determinó como detrimento patrimonial.
La planta de tratamiento se encuentra en total abandono, las grandes estructuras de cemento se están quedando en el olvido, en el lugar se acumulan aguas que contaminan y está totalmente rodeada de maleza. Los ladrones se están llevado todo lo que encuentran. Ay, mi país, mi país, mi país.