El diputado Leison Botía lamentó el poco impacto que tuvo la sesión de control político a las autoridades del Hospital San Vicente. Definió la interpelación realizada en la Asamblea departamental como «poco satisfactoria».
Denunció que la salud se convirtió en un negocio en el departamento de Arauca y las EPS «ya le tomaron el tirito a la autoridad de salud, hacen lo que quieren en lo que respecta a la contratación (…) montando negocios como prestadores de servicios y eso se convierte en un círculo vicioso».
Exhortó al director de la Unidad de Salud, Leonardo Fabio Forero a que tome cartas en el asunto, al tiempo que cuestionó que muchos pacientes son remitidos desde Arauca capital hasta otros municipios, cómo parte del negocio.
Mientras al hospital San Vicente no se le contraten servicios y no solucione el problema financiero la situación persistirá, advirtió el corporativo y resaltó que en el año 2016 el hospital adeudaba 24 mil millones de pesos y tres años después la mora es de 21 mil millones de pesos, porque «no se ha mejorado en el aspecto administrativo ni de facturación, ni el sistema de contratación con las EPS, lo que ha dejado la crisis».
El diputado señaló que los trabajadores también reclaman temas puntuales y sugirió la creación de una bolsa común para liquidar las deudas.
«El Ministerio de Salud da 4 mil millones de pesos, eso es pañito de agua tibia», frente a esto Botía consideró que llegó la hora de que la corporación que integra exija acompañamiento de otras instancias como la Fiscalía y Procuraduría para que se le cumpla al pueblo araucano.
Solicitó al alcalde de Arauca, Benjamín Socadagüí Cermeño, a prestar un buen servicio con la ESE Jaime Alvarado y Castilla, o de lo contrario entregue la responsabilidad y unifique operación con el hospital para brindar una mejor atención.