La barcaza que contenía la bocatoma que extraía agua del río Arauca por fin está saliendo a flote, después de varios días de trabajo ininterrumpido por parte de funcionarios de Emserpa, con el apoyo de los buzos de la Armada Nacional y la empresa contratista Mamut.
La idea es ponerla nuevamente en funcionamiento, luego de la respectiva revisión y reparación que pueda necesitar, después de estar bajo el agua desde hace ya cuatro días.
Mientras tanto, el agua empezó a llegar a los hogares araucanos, aunque de forma intermitente, desde las 8:00 de la noche anterior y así se ha mantenido hasta el momento.
«Con la ayuda del personal de buceo de la Armada nacional se pudo rescatar las dos electrobombas sumergibles, una de 200 litros y otra más pequeña de 90 litros por segundo. Estas bombas según revisión de los técnicos de la empresa no sufrieron ningún daño, ni desperfecto, más sin embargo hay que hacerles unas pruebas técnicas de rigor, dentro de lo cual se verificó en la parte interior eléctrica, que si había humedad, pero esto no afecta su funcionamiento», dijo Franklin Angarita, gerente (e) de Emserpa.
En cuanto a cuándo podría restablecerse el servicio de agua potable, el gerente dijo: «Es difícil decir una hora específica para realizar un posible suministro de agua potable, todo depende de la logística que está montada y realizando los operativos, nosotros como empresa estamos esperando que nos den luz verde para poder hacer el bombeo respectivo y de darse la hora cero en dos horas estaríamos renovando el sistema de bombeo con el llenado de los tanques y la tubería de línea de impulsión. Lo único que le podemos garantizar a la comunidad, es que la empresa EMSERPA y el personal técnico, así como hoy amaneció trabajando, nosotros como empresa vamos a estar incansables hoy, y si esta noche tenemos que amanecer nuevamente lo vamos hacer, más sin embargo aspiramos a que en horas de la noche se restablezca el servicio».
Lo cierto es que en la zona de trabajos ya no hay tanta gente como el día anterior, la gente en general parece más tranquila desde que ve fluir un débil chorro del agua en sus hogares.