sábado, abril 27, 2024
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En 2018 casi se duplica número de atentados a los oleoductos.

No hay comienzo de año sin que se registre atentado a la infraestructura petrolera del país, y los primeros días del 2019 no fueron la excepción.

A la fecha, como lo confirmaron voceros de Ecopetrol a Portafolio, el oleoducto Caño Limón – Coveñas nuevamente fue blanco de tres voladuras, todas en puntos localizados cerca a cascos urbanos de cabeceras municipales y corregimientos.

Los dos últimos se registraron en la noche del pasado 8 de enero con sendos atentados próximos a las veredas La Pesquera y Las Bancas del municipio Arauquita (Arauca).

Y el panorama no está despejado si se tiene en cuenta que en el 2018 se presentaron 107 voladuras a los oleoductos.

“Del total, 89 fueron a la línea Caño Limón-Coveñas y 16 al oleoducto Transandino (OTA), que atraviesa los departamentos de Putumayo y Nariño”, señaló uno de los voceros de Ecopetrol.

Pero la cifra de atentados reportada para el 2018 llama mucho la atención si se tiene en cuenta que se reportaron 44 más de los que se presentaron en el 2017 y que fueron 63, de los cuales 62 estuvieron concentrados en el oleoducto Caño Limón – Coveñas.

Cabe recordar que uno de estas voladura (la del 10 de enero) dejó al citado oleoducto por más de 170 días sin servicio para transportar el crudo desde los campos de Arauca.

La suspensión en el transporte de crudo fue el resultado de los frecuentes ataques de la guerrilla del Eln. Así, el citado oleoducto, cuya longitud es de 773 kilómetros, padeció la parálisis más larga de su historia desde que comenzó su operación en diciembre de 1985.

EMERGENCIA AMBIENTAL

En los atentados del presente año, se registró un derrame de hidrocarburo que quedó contenido en el propio cráter de la explosión, mientras que en otro no se presentó derrame de crudo.

“Con el apoyo de la Fuerza Pública, personal especializado se ha desplazado al área de los atentados para atender el Plan de Emergencia. No se ha reportado afectación a personas, así como a cuerpos de agua”, recalcó la fuente de Ecopetrol.

Sin embargo, el vocero subrayó que el caso más dramático sucedió en el cacerío La Pesquera del municipio de Arauquita, ya que fue a escasos metros de viviendas.

“Defensores de Derechos Humanos piden al Eln y a otros grupos ilegales que cesen estas acciones que no solo pone en peligro a la población civil, sino que está afectado el medio ambiente”, resaltó el vocero de la petrolera colombiana.

Cabe anotar que el primer golpe al oleoducto Caño Limón – Coveñas en el 2019 sucedió el 5 de enero en jurisdicción de la vereda Campo Giles, municipio de Tibú (Norte de Santander).

“El derrame de crudo no solo afectó la capa vegetal de la zona, sino que de paso contaminó fuentes hídricas como los caños Batalla y Hoyo Pilón”, señala un comunicado de Ecopetrol.

Indicó además que desde 1985, cuando entró en operación el oleoducto Caño Limón-Coveñas (como ya se mencionó), se han derramado cerca 3,5 millones de barriles de petróleo, “lo que representa una tragedia para la biodiversidad de esa región del país”.
Hurto de crudo

Otro de los dolores de cabeza para las empresas encargadas de la infraestructura para el transporte de crudo en el territorio nacional fue el relacionado con el hurto de petróleo.

Registros de la petrolera colombiana indican que en el 2018 fueron instaladas 1.107 válvulas ilícitas para extraer crudo y combustibles. En el 2017 fueron adecuados de manera irregular 933 de estos artefactos.

“El mayor número de estas válvulas se presentó en el sur del país, en el OTA, y también creció esta presencia en el oleoducto Caño Limón-Coveñas”, puntualizó el vocero de Ecopetrol.

La fuente precisó que entre crudo y combustibles se robaron 1.336 barriles por día en el 2018. Sin embargo, el mayor volumen hurtado correspondió a petróleo (1.316 barriles por día).

Así mismo subrayó, que mientras el robo de petróleo sube, el de la gasolina está en decrecimiento.

“En la actualidad el reporte es de cerca de 20 barriles por día, cifra que contrasta con lo que se reporta en México, donde el hurto supera los 100.000 barriles día”, precisó la fuente de Ecopetrol.

Subrayó que “por esto, las autoridades de ese país están estudiando cómo aprender e implementar la estrategia llevada a cabo por Ecopetrol y el Gobierno Nacional contra este fenómeno, que en su peor momento llegó a cifras cercanas a 7.000 barriles por día.
Una de las principales razones por la cual ha aumentado el robo de crudo, es porque es usado para el procesamiento de coca en laboratorios clandestinos.

Este fenómeno tiene un gran impacto ambiental pues cerca de dos terceras partes de los barriles hurtados terminan desechados en ríos, quebradas y suelos del Catatumbo.

OLEODUCTO EN LA MIRA

En los últimos 30 años, el oleoducto Caño Limón – Coveñas, que tiene la capacidad de transportar 200.000 barriles diarios de crudo de los campos de Arauca, ha sido objeto de poco más de 1.500 atentados, lo que ha generado 3,7 millones de barriles derramados.

Desde 1986, año en que se intensificaron los ataques por parte de la guerrilla, el sistema ha estado fuera de servicio el equivalente a más de 10 años de operación. En los últimos dos años, ante la parálisis, el crudo es sacado por el oleoducto Bicentenario que empata con el tubo de Ocensa.

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