Tres sujetos fueron abatidos a tiros por funcionarios del CICPC, al resistirse a la aprehensión y sacar a relucir armas de fuego con las que enfrentaron a las comisiones, generando intercambio de disparos en los que resultaron letalmente heridos, en dos hechos aislados que ocurrieron entre este lunes y martes, tanto en La Fría, municipio García de Hevia, como en el sector La Popita, parte alta de San Cristóbal.
El primero de los enfrentamientos tuvo lugar este lunes en la tarde en el camellón conocido como El Arrecostón, en García de Hevia, donde dos hombres fueron dados de baja por comisiones del CICPC-La Fría, aun cuando no se conocieron las circunstancias que privaron en esta situación.
Se trataba de un soldado del Ejército venezolano, identificado como José Francisco Mesías Fragosa, de 28 años, y el ciudadano colombiano William Ascanio Rodríguez, de 27 años de edad, cuyos cadáveres fueron trasladados a la morgue de San Cristóbal, a la espera de la autopsia de ley en presencia de un representante del Ministerio Público.
En La Popita, dado de baja alias «Sombra»
En cuanto al enfrentamiento de ayer martes en la capital tachirense, se dijo que el abatido fue un supuesto delincuente al que apodaban «Sombra», el cual se resistió a la autoridad.
Inició con un procedimiento que adelantaba funcionarios de la Subdelegación San Cristóbal en ese sector de Pueblo Nuevo, relacionado a una serie de delitos cometidos recientemente en la zona, cuyas investigaciones llevó a los uniformados hasta La Popita, al mediodía de ayer.
En este sector de La Popita, los funcionarios ubicaron a uno de los investigados, el cual desacató la voz de alto e intentó darse a la fuga, a la vez que comenzó a disparar contra la comisión al verse acorralado.
Esta acción habría provocado la respuesta de los policías, que tomaron las carreras 2, 3 y 5, para cortar su huida, resultando herido durante la balacera.
Alias «Sombra», identificado como Carlos Adalid Acosta Medina, de 25 años, fue trasladado por el mismo CICPC hasta la sala de Emergencia del Hospital Central de San Cristóbal, donde falleció posteriormente.
Acosta Medina estaba siendo investigado por delitos relacionados con el hurto de cableado eléctrico, considerado como material estratégico; así como por su implicación en robos y hurtos de viviendas, además de varios atracos a taxistas.
La balacera, que se extendió por varios minutos, creó pánico entre los vecinos de la barriada, que extraoficialmente mencionaron que había otro sujeto herido y dos más detenidos.
El cadáver de Acosta fue trasladado desde el hospital a la morgue, para proceder como se hace en estos casos a practicarle la autopsia y la prueba de Análisis de Traza de Disparo -ATD- que confirmará que efectivamente utilizó un arma de fuego para enfrentar a los uniformados. (MB)
