Según Ecopetrol, “Colombia ha dejado de producir 893 mil barriles de petróleo, equivalentes a más de un día de la producción nacional, por cuenta de las 28 voladuras ocasionadas por la guerrilla contra el oleoducto Caño Limón Coveñas en lo corrido de 2017”.
Las voladuras causaron derrames a fuentes hídricas que desembocan en ríos limítrofes con Venezuela. En regalías se han dejado de percibir $18.600 millones.
Este oleoducto, una de las dos principales arterias para el transporte y exportación de petróleo en el país, se encuentra fuera de operación desde hace 37 días. Una vez se copó su capacidad de almacenamiento, el campo Caño Limón, que produce 52 mil barriles por día, interrumpió completamente la producción desde el 6 de marzo.
La parálisis de esta infraestructura y de otras cercanas como Chipirón, Rondón y Cosecha, que también evacúan su producción por el oleoducto, genera un fuerte impacto sobre las comunidades de ese sector del nororiente del país y la inversión social. Solamente en regalías se han dejado de percibir $18.600 millones.
El estancamiento del campo Caño Limón, pone en riesgo 1.600 empleos que corresponde al 70% de trabajadores que viven en Arauca y la contratación de bienes y servicios con proveedores araucanos, que anualmente es de $70.000 millones.
Por su parte, los atentados pueden afectar el normal suministro de gas para el nororiente del país, debido a la imposibilidad de evacuar el condensado que produce el campo Gibraltar. Esto obligaría a apagar la planta de gas en los próximos días.