Se trata de la docente Stella Galindez, coordinadora de la escuela Oscar Mogollón Jaimes, sede del colegio Santa Teresita, en días pasados recibió una llamada de un sujeto que se presentó como el supuesto comandante de los sureños del clan del golfo, con términos groseros amenazó a la licenciada, al ella negarse a cumplir sus pretensiones.
El supuesto comandante de los sureños se identifico como Rodolfo, dejó un mensaje a los docentes que tienen supuestos encuentros intimos con las alumnas y además a los que pertenecen a grupos armados como ELN y FARC, según él, serán ajusticiados de muerte.
A la docente se le pone una cita que debía cumplirse el pasado sábado, al ella negarse a cumplir la citación, fue amenazada junto a su familia.
Esta situación alteró el estado salud de Stella Galindez, quien tuvo que ser llevada al hospital San Vicente de Arauca, donde se encuentra delicada.
La hija de Stella la reconocida abogada, Zaida Aguilera, quien es esposa del presidente de la asamblea departamental, denunció este caso ante las autoridades, pero también inició su propia investigación, logrando establecer que la llamada es proveniente de el centro penitenciario y carcelario de la ciudad, pero eso no es lo más grave, se pudo establecer que este número de donde se llamo a la docente entra y sale de la cárcel, la pregunta es quien mueve este teléfono?, este es un tema de nunca acabar, las llamadas carcelarias se han convertido en un verdadero dolor de cabeza, aunque el Gaula de la policía realiza campañas para poner en evidencia el método que emplean los delincuentes desde las cárceles para extorsionar, no son suficientes para que mas personas no sigan cayendo en la trampa de los criminales.
Aquí surge un gran interrogante, ¿cuales son los controles que ejercen los miembros del INPEC?, porque se supone que quién este en un centro carcelario cumpliendo con una pena, no debe tener acceso a un teléfono celular.