En el más reciente informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), donde presentan una radiografía del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y hacen recomendaciones para no cerrar la puerta a una salida negociada, se revela que esta guerrilla podría tener entre 4.000 y 5.000 milicianos.
Además de asegurar que en Colombia «el Eln ha aumentado su pie de fuerza y se ha expandido a regiones en las que antes operaban las Farc, se refieren a la presencia de esa guerrilla en Venezuela.
«Hoy, en el país vecino, el Eln desarrolla actividades ilegales relacionadas con el contrabando de gasolina, la minería y la extorsión. El trabajo de campo realizado por la FIP en Norte de Santander y Arauca, da cuenta de corredores controlados por esta guerrilla para el contrabando de gasolina, cárnicos, carbón y otros bienes.
En Vichada, desde el 2017, hay información relacionada con el control de minas y la apropiación de minerales que ingresan a territorio colombiano por parte del ELN. Se suma que la migración masiva de venezolanos y su vulnerabilidad económica han facilitado su reclutamiento y participación en estas economías ilegales», puntualiza el documento.
Además, el informe registra que el Eln se ha propuesto tomar el control sobre las economías de los antiguos territorios de las Farc, principalmente de «cultivos de coca, corredores de tráfico y los puntos de despacho que hacen parte de la primera etapa del comercio de cocaína», siendo este el caso de los frentes ubicados en el Catatumbo, Cauca, Chocó y Nariño.
También se afirma que, de los 10 municipios con mayor número de hectáreas de coca en el país en 2018 (44% del total nacional), el Eln tiene una fuerte influencia en siete. «Desde el 2014, la tendencia en estas zonas es al aumento de los cultivos, destacándose entre ellas Tibú y Sardinata, en Norte de Santander, así como El Tambo, en el Cauca».
En la investigación, así mismo, se precisa que en el Catatumbo esta guerrilla estableció un predominio sobre el Ejército Popular de Liberación (Epl) y que «desde el segundo semestre de 2018, el Epl se replegó hacia su zona histórica en los municipios de Hacarí y San Calixto, mientras que el Eln consolidó su influencia a través del Frente de Guerra Nororiental e incrementó sus estrategias de control sobre la población, las acciones contra la Fuerza Pública y la infraestructura, así como la divulgación de propaganda».
Añadiendo que no solo está posicionado en sus zonas históricas, sino en la zona de frontera, principalmente en Tibú, Villa del Rosario y Puerto Santander, así como en Ureña (Venezuela), donde controla las economías ilegales.