A menos de cuatro meses de que se cumplan las elecciones regionales en Colombia, la Misión de Observación Electoral, MOE, prendió las alarmas por el nivel de violencia que hasta ahora ha comprometido a 265 líderes políticos de diferentes partidos.
Para la MOE, cada tres días están asesinando a un líder político, social o comunal en Colombia. Frente a los candidatos asegura que las agresiones han llegado desde antes de que se inscriban para las elecciones. A junio, 34 precandidatos fueron víctimas de violencia, siete de ellos asesinados (cinco aspiraban a la alcaldía, los otros dos al concejo).
Explica el informe sobre violencia de la MOE, que las agresiones se han presentado en 114 municipios (10,2 % del total nacional) en 24 departamentos (75%) del país.
Según la MOE, mayo de 2019 fue, «por mucho, el mes más violento, tanto en términos de amenazas como de hechos letales (atentados y asesinados), en contra de líderes políticos, sociales y comunales”. El reporte identificó amenazas contra 71 líderes políticos con cargo. Los más afectados han sido los concejales electos. “El alto número de víctimas corresponde a 13 concejales en la ciudad de Maicao, La Guajira, quienes fueron amenazados el 18 de febrero mediante un panfleto construido con recortes de revistas”.
Las agresiones contra precandidatos a la Alcaldía se han venido incrementando y es un fenómeno que se ha presentado en todo el país. “Cuatro de las 24 agresiones se dieron en Arauca en el mes de mayo, tres de las agresiones se presentaron en El Cerrito (Valle del Cauca), dos de ellas en Bogotá, dos en Suárez (Cauca) y las otras once en Cali, Cartago y Yumbo (Valle del Cauca), La Jagua de Ibírico (Cesar), Malambo (Atlántico), Medellín (Antioquia), Pueblo Rico (Risaralda), Puerto Asís (Putumayo), San José de Uré (Córdoba), Saravena (Arauca), Icononzo (Tolima) y San Benito Abad (Sucre)”.
Identificaron igualmente que se han presentado 11 amenazas colectivas, por medio de panfletos divulgados en Bogotá D.C.; la ciudad de Arauca, Medellín e Ituango, en Antioquia; Riohacha, en La Guajira; San José del Guaviare, Retorno, Calamar y Miraflores, en Guaviare; Ibagué, en Tolima; Baranoa, en Atlántico y Tierralta, en Córdoba, que han amenazado indistintamente a líderes políticos, sociales y comunales. Estos panfletos se han atribuido al ELN, a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y a las “Águilas Negras”.