El representante a la Cámara, José Vicente Carreño por el departamento de Arauca, ofreció un balance de sus actividades como congresista.
Desde su oficina de atención al ciudadano en el edificio Apamate, frente al hotel Nova Park, indicó que continúa con las visitas a todas las zonas del departamento semanalmente, además cuando él no está hay un funcionario presto para agendar solicitudes de temas de trabajo, proyectos o reuniones.
Carreño se reunió la semana pasada con los congresistas de la Comisión Segunda de la Cámara y el director de la Policía Nacional, Óscar Atehortúa, donde planteó la necesidad de actuar contra delitos de menor impacto. Esta petición la hizo motivado al incremento de hurtos y robos, sin olvidarse del terrorismo perpetrado por guerrilleros del Eln y las Farc.
Indicó que en el departamento de Arauca había 1.750 policías en el año 2012 y actualmente no llega a 1.200 el número de uniformados.
Indicó que «ya es hora» de habilitar una subestación de Policía en la comuna 3 de la ciudad de Arauca, al igual que en Panamá, La Esmeralda y Puerto Jordán. Lo primero que planteó fue adjudicar los terrenos para comenzar a gestionar la construcción.
Pidió aumentar el pie de fuerza, dando un informe detallado de cada municipio porque afirmó conoce perfectamente la región.
Otros proyectos
Por otro lado, pidió que los recursos vuelvan a ser manejados directamente por alcaldes y gobernadores, al tiempo que cuestionó que porque en el pasado hubo corrupción se nieguen dineros para las regiones.
Por otro lado, en la segunda vigencia del año 2019, Carreño radicará un proyecto para que en cada institución haya funcionarios capacitados en lenguaje de señas para que atiendan a la población que así lo requiere.
También lamentó que las vías de cuarta generación (4G) no han llegado al departamento de Arauca, por lo que exigió atención a la vía de la soberanía, aún más cuando se trata de una zona petrolera que aporta al país. Anticipó que insistirá en el tema a otros congresista de la Orinoquía para impulsar mejoras en lo que se conoce como ‘trocha’ por el precario estado vial.