El fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, reveló nuevos detalles sobre la investigación realizada en torno al atentado contra la Escuela General Santander, perpetrado por el Eln el pasado 17 de enero en la ciudad de Bogotá.
El mismo tiene que ver con el tránsito de la camioneta Nissan Patrol a la capital de la República, y que presuntamente le vendió Wilson Arévalo, alias ’Chaco’, presunto miembro del Frente de Guerra Oriental del grupo guerrillero, a José Aldemar Rojas, el hombre que se inmoló en el ataque.
Adujo el ente acusador que tras indagar el mismo día del ataque a la guarnición a Arévalo, este hombre manifestó haber vendido la camioneta a Rojas Rodríguez, enviando el vehículo a la capital de la República a través de un joven que lo recogió en Saravena, Arauca y que desde ese momento perdió contacto con el mismo.
Sin embargo, según la Fiscalía, hay pruebas como videos en los peajes por los que tránsito, que la camioneta en mención salió el 23 de noviembre desde territorio araucano hacia la capital de la República, a donde llegó el 24 de noviembre del año anterior para ser ocultada en la bodega del sur de la ciudad, donde finalmente fue cargada con los explosivos.
Añadió la investigación que ‘Chaco’ descansó una noche en carretera antes de su llegada a la capital de la República el siguiente día, y que iba acompañado por una persona, aún sin identificar, pero que también sería clave en la planeación de los hechos.
Finalmente, reveló el ente acusador que ese mismo día (24 de noviembre de 2018), sobre las 5:00 de la tarde, tras dejar la camioneta en la capital de la República, se fue al Terminal de Transportes a comprar un tiquete de Flota Sugamuxi con rumbo a Yopal, para hacer luego escala en Paz de Ariporo, también de Casanare, antes de su llegada a Tame, Arauca, presumiblemente el 25 de noviembre del año anterior.