Migración Colombia realizó en Arauca su Diálogo Fronterizo por la Vida, en el que participaron cerca de mil personas de la sociedad civil, representantes del Gobierno Nacional, autoridades locales y población migrante, para debatir soluciones conjuntas, entre el Gobierno y las comunidades, a los problemas de las regiones de frontera.
El Director de la entidad, Fernando García Manosalva, declaró que “el interés de estos Diálogos es construir un puente entre los ciudadanos colombianos y venezolanos con el Gobierno para conocer las diferentes problemáticas”.
La estrategia busca abrir un diálogo directo entre comunidades de zonas de frontera (migrantes y poblaciones de acogida) y entidades del Gobierno Nacional, para construir desde los territorios y con la gente soluciones concretas a sus problemáticas. El propósito es generar procesos de integración para el desarrollo social.
‘Estos diálogos permiten caracterizar los territorios y ser instrumentos de política que favorecen la inversión del Estado y la vuelven más adecuada y precisa para la población’, señaló el funcionario.
Los Diálogos también cumplen con el espíritu del Gobierno del Cambio de hacer presencia interinstitucional e integral en regiones vulnerables.
Dentro del evento se reunieron en el Colegio Santander, de la capital araucana, las diferentes mesas de los Diálogos Fronterizos por la Vida, entre ellas las de trabajo, educación, salud y seguridad social.
El Director de Migración Colombia también participó en la Mesa Territorial Binacional, en la que se hizo un seguimiento al avance de la normalización de las relaciones entre Colombia y Venezuela en ese punto de la frontera.
Una docena de Diálogos
Entre octubre de 2022 y lo corrido de 2023, Migración Colombia ha realizado 11 diálogos. Se han llevado a cabo en Turbo y Necoclí (Urabá), Cúcuta, Ragonvalia, Villa del Rosario, Tibú y Puerto Santander (Norte de Santander) y La Guajira.
Como resultado de esta estrategia se han abierto dos nuevos centros de verificación migratoria de la entidad en Necoclí (Antioquia) y otro en Tibú (Norte de Santander).
De esta manera, Migración Colombia ha cumplido sus compromisos con estas comunidades y ha ampliado su presencia institucional en esas zonas históricamente olvidadas por el Estado.
