En 2021 se presentaron en la planta de beneficio animal del municipio de Arauca 621 decomisos de vísceras rojas de reses (hígado, corazón, pulmón y riñón). El 58 % provenía de las veredas que aportan ganado para sacrificio a este lugar.
El dato sugiere que habría posibles focos de enfermedades transmisibles a otros animales y a los humanos, lo que exigiría incluir en la trazabilidad del ganado aspectos como la hora de llegada del animal, cómo se alimentó o cuál es su temperatura corporal
El médico veterinario y zootecnista Diego Peraza Núñez, magíster en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia, afirma que “se debe entender que los decomisos, más allá de ser un problema económico, son un tema de salud pública debido a la estrecha relación que existe entre las causas del retiro de las vísceras rojas y la existencia de bacterias, virus y parásitos que pueden traer complicaciones para la población al consumir productos contaminados”.
Explica que “los decomisos son inspecciones palpables que se realizan en el ganado que ingresa a una planta de beneficio animal.
Específicamente a la que se denomina ‘línea o vísceras rojas’ porque pueden ser transmisores de enfermedades transmitidas por alimentos (ETAS)”.
Una planta de beneficio animal es un establecimiento que funciona para el beneficio o sacrificio de animales aptos para consumo humano.
En Colombia, estas plantas son supervisadas por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).
El municipio de Arauca, capital del departamento de Arauca, posee una planta apta para funcionamiento que recibe animales para el sacrificio provenientes de unas 33 veredas.
En su investigación, el magíster realiza un diagnóstico de la cantidad de decomisos de vísceras rojas de ganado bovino, estableciendo una relación con sus orígenes para determinar posibles rasgos epidemiológicos que impacten la salud pública de los habitantes del municipio.
A partir de los datos suministrados por la planta de beneficio animal y de información de las autoridades locales y nacionales –por ejemplo el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y el Invima–, estableció las variables de vísceras rojas, la causa del decomiso, y el sexo y la edad del animal, lo que le permitió determinar posibles tendencias epidemiológicas.
“En 2021 se presentaron 621 decomisos, de los cuales 363 sucedieron en 30 veredas que suministran las reses a la planta del municipio de Arauca”.
“Estos decomisos se dan en los lugares que aportan la mayor cantidad de carne al municipio, como las veredas Bogotá, Caracol, Cinaruco, Arrecifes, La Saya, Altamira, Mata de Piña, Feliciano y el Miedo, lo cual indica que existen prácticas de tratamiento de los animales o posibles focos de enfermedades que aunque no sean endémicas sí se pueden considerar como un riesgo para la salud pública a futuro”, explica el investigador.
Impacto en la salud pública
Los resultados apuntan a que el mayor número de decomisos se relacionan con los pulmones, con cerca del 75,04 % de los retiros de las plantas, seguidos por el hígado con el 11,11 % y el riñón con un 10,03 %. Para el caso del pulmón, la razón del decomiso se relaciona con los enfisemas –síndrome respiratorio que afecta a los bovinos–, las neumonías y la congestión.
“Las neumonías pueden evidenciar la existencia de virus que actúan como patógenos respiratorios primarios, como el virus infeccioso de la rinotraqueítis bovina, los cuales, a pesar de que no se ha comprobado una migración a humanos, sí puede representar brotes virales que afecten a una población completa de animales”, señala.
Los hígados decomisados presentaban abscesos y telangiectasia –vasos sanguíneos dilatados–, indicadores de presencia de fasciola hepática, un parásito que ya ha tenido brotes en humanos y que si no se trata genera graves consecuencias a la salud. “También está la presencia de estreptococos asociados con los corazones y salmonella en los riñones”, asegura.
El magíster considera que “los decomisos son una medida de contención que protegen a la población de posibles enfermedades.
Sin embargo, para el caso específico de Arauca hace falta información que permita generar mayor trazabilidad del ganado desde la cría hasta que llega al consumo de las personas. En ese sentido es importante, por ejemplo, incluir datos sobre la hora de llegada del animal, cómo se alimentó o cuál es su temperatura corporal”.
Añade que es importante buscar nuevas alternativas ganaderas para las veredas que presentan alto número de decomisos, ya que la dispersión geográfica hace que estén lejos del casco urbano, a las características de la región e incluso a la frontera con Venezuela que puede propiciar el contrabando.
“Los resultados muestran que se puede estar sometiendo a los animales a niveles de estrés alto por el aumento del cortisol en la sangre.
Sin embargo, podríamos tener más información si existieran datos como la temperatura corporal del animal”, concluye.