Un informe elaborado por la organización estadounidense Human Rights Watch (HRW) y que será publicado este lunes señala la complicidad de las fuerzas de seguridad de Venezuela con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en numerosos abusos contra la población civil en la zona de la frontera entre Venezuela y Colombia.
Según la organización, «múltiples testigos, personas desplazadas y funcionarios humanitarios», les confirmaron la alianza de miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) con el grupo guerrillero colombiano y su participación en crímenes, que incluyen asesinatos y desapariciones forzadas.
La investigación incluye visitas a los departamentos colombianos de Vichada y Arauca en febrero de este año y entrevistas con más de 100 personas, entre ellos desplazados, líderes comunitarios e indígenas, funcionarios judiciales, autoridades locales colombianas y representantes de organizaciones humanitarias y de derechos humanos.
Según esta ONG, los enfrentamientos entre grupos armados en la frontera han provocado «un aumento dramático de la violencia» en los primeros meses de 2022, forzando a miles de personas a huir de sus hogares, de acuerdo con el documento, avanzado por el diario colombiano ‘El Tiempo’.
El corazón de este informe es la violencia que se viene registrando en el marco de los enfrentamientos entre el Comando Conjunto de Oriente -una coalición de grupos disidentes que surgieron tras la desmovilización de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)- y el ELN, que se disputan el control del territorio y el tráfico de droga en el departamento de Arauca y el estado venezolano de Apure.
«Los guerrilleros de ambos bandos, que anteriormente habían operado como aliados, han cometido múltiples abusos, incluyendo asesinatos, reclutamiento forzado, incluso de niños y niñas, y desplazamiento forzado.
Miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas, que han estado implicadas en violaciones de derechos humanos que han dado lugar a investigaciones internacionales sobre presuntos crímenes de lesa humanidad, han realizado operaciones conjuntas con miembros del ELN y han sido cómplices de sus abusos», denuncia HRW.
El informe recoge la declaración de un testigo, por ejemplo, que asegura que a su población llegaron una mañana diez hombres armados en motos y camionetas que se identificaron como miembros del ELN y de la fuerza militar venezolana. «Vi sus insignias de la FANB en sus uniformes», ha aseverado.
Según HRW, la Policía Nacional de Colombia confirmó hace poco la muerte de 103 personas en Arauca entre enero y febrero de este año, la cifra más alta de asesinatos al menos desde el 2010. Si bien algunos de ellos eran miembros de estos grupos, muchos fueron civiles.
Desde que se iniciaron los enfrentamientos, a comienzos de año, al menos 3.860 personas han tenido que huir de sus hogares y más de 3.300 personas han huido de Venezuela hacia los departamentos colombianos de Arauca y Vichada.
La ONG aclara que si bien intentó obtener la versión del Gobierno venezolano, éste no quiso atender sus solicitudes. HRW presenta, además, una serie de recomendaciones, tanto para el Gobierno colombiano y la Fiscalía como para la comunidad internacional.
A la Misión de Investigación de la ONU le pide incluir estas denuncias sobre complicidad de las fuerzas de seguridad con el ELN como parte de la investigación abierta sobre graves violaciones a los derechos humanos cometidas en Venezuela desde 2014.