El director general del Comité Internacional Contra la Impunidad en Venezuela (CICIVEN), Walter Márquez, reveló que en las emboscadas de hace una semana en la frontera del Alto Apure en las que perdieron la vida más de 10 militares venezolanos se le dio un duro golpe a la élite de la FANB.
Para Márquez en estos hechos registrados entre el viernes 23 y el sábado 24 de abril se cometieron varios errores tácticos y estratégicos por parte de los superiores castrenses porque «por un lado no les prestaron apoyo aéreo oportuno a sus compañeros de armas, careciendo de comunicaciones desde tierra con la Fuerza Aérea, y la información sobre las coordenadas donde supuestamente estaba ubicada la guerrilla colombiana fueron erróneas, de esta manera los cuerpos élite de las fuerzas especiales venezolanas, entrenadas con métodos norteamericanos, nicaragüenses y cubanos, fueron masacrados en esa región lo cual compromete seriamente al alto mando militar».
El ex diputado nacional señaló que «la fuerza aérea venezolana tiene unidades de combate en Santo Domingo del Táchira, en Barinas y en la Base Aérea Libertador de Maracay con capacidad de reacción inmediata, donde en pocos minutos pueden llegar al área de combate, lo cual no fue ordenado por el comando superior».
Por otro lado aseguró que debido a estas lamentables consecuencias «hay una rebelión silenciosa de sectores de la Fuerza Armada, especialmente vinculada a los grupos élite, que están molestos por la responsabilidad del alto mando militar en las bajas contra sus fuerzas especiales en la frontera y además están muy indignados porque mientras el gobierno le rindió homenaje especial a Aristóbulo Istúriz, Ministro de Educación, los muertos en combate en la frontera no recibieron los honores militares correspondientes, aún cuando ofrendaron su vida por la patria, por los errores de sus superiores».
El Ministerio de la Defensa informó el miércoles 28 de abril que se había logrado dar con la identidad de 8 de los fallecidos en las emboscadas.
Sin embargo, diferentes ONG de derechos humanos y vinculadas a la fuente militar, entre ellos Walter Márquez, afirman que la cifra de uniformados caídos oscila entre 12 y 16.