Por medio de labores investigativas, la Fiscalía Seccional Boyacá logró desarticular la estructura delictiva Los Motoratones, integrada por ocho hombres que al parecer hurtaban motocicletas y posteriormente las comercializaban en varios municipios de Boyacá y Cundinamarca, así como en Bogotá, a precios que oscilaban entre $800.000 y $1’500.000.
Siete de los supuestos integrantes fueron capturados el 19 de agosto último, mediante orden judicial, por unidades de la Policía Judicial Sijín de Boyacá en los municipios de Ramiriquí y Tota (Boyacá), Suesca (Cundinamarca) y Bogotá.
Una persona más fue notificada en un establecimiento carcelario donde se encuentra privada de la libertad por otro proceso judicial.
Ante un juez de control de garantías, los hermanos Jorge Eliécer, Daniel y José Isaías Rincón Vargas, así como Brayan Camilo Wiehls Gallego y Yeison Andrés Condiza López aceptaron los delitos de concierto para delinquir y receptación que les imputó la Fiscalía.
Por su parte, Fabio Nelson Molano Mancipe no admitió su responsabilidad por los mismos delitos, mientras que Juan Pablo Ruiz Soler aceptó solo el de receptación. Todos los procesados fueron cobijados con medida de aseguramiento en centro carcelario.
Entretanto, José Israel Rodríguez Arias aceptó el delito de porte Ilegal de armas y fue cobijado con medida de detención domiciliaria por ser cabeza de familia. Durante el operativo fueron recuperadas nueve motocicletas.
Bajo los lineamientos del Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, y en el marco de la estrategia investigativa para la seguridad ciudadana, se lograron asociar varios casos de hurto con base en las denuncias que indicaban el mismo modus operandi. En la investigación adelantada durante un año se recopiló material probatorio que permitió evidenciar cómo en la región se estaban comercializando motocicletas que habrían sido hurtadas mediante la modalidad de halado y desactivación de sistemas de seguridad.
Con la búsqueda selectiva en base de datos, inspección a carpetas e interceptación de líneas telefónicas se conoció que los hombres, una vez negociada la moto, realizaban la entrega siempre en la noche y por caminos secundarios sin ingresar a Tunja (Boyacá) con el fin de evitar los controles de la Policía.
Se estableció que la banda Los Motorratones habría comercializado por lo menos 29 motocicletas hurtadas.
