En lo corrido del año, este enemigo silencioso ha dejado 37 víctimas en todo el país, según cifras de Descontamina Colombia, ente que consolida las estadísticas de Minas Antipersonal en Colombia.
“Yo me cuido y cuido a los demás”, esta frase que se ha vuelto el lema en las campañas para evitar la propagación del Coronavirus en las diferentes regiones del país, también es el slogan propio de la prevención de accidentes por minas antipersonal, una lucha que aún se mantiene vigente en todo el territorio colombiano y cuya meta es lograr campos libres de estas armas letales.
Ese es un sueño que bien entienden campesinos y soldados, quienes son los que día a día se enfrentan a la cruel realidad de tener que medir sus pasos durante sus recorridos; en las botas de un soldado o en las cotizas de un campesino va siempre el compromiso férreo de querer contribuir con el bienestar de todo un pueblo, deseo que en ocasiones se ve alterado por la sorpresiva detonación de minas antipersonales (MAP).
De acuerdo con Descontamina Colombia, la entidad encargada de monitorear el uso de minas en Colombia, desde 1990 hasta marzo de 2020 se han presentado 11.841 víctimas de estos artefactos, de las cuales 652 han sido casos registrados en el departamento de Arauca. Las cifras también revelan que uno de los 5 municipios con mayor número de víctimas desde ese año hasta la fecha es Tame (Arauca) con 348 víctimas.
Según las estadísticas oficiales, en Arauca de las 652 víctimas por minas antipersonal, 230 han sido civiles y 422 integrantes de la Fuerza Pública. Uno de los casos más recientes de víctimas militares se presentó a finales del mes de febrero del 2020, en el área general de la vereda la Troya, corregimiento Samoré, Norte de Santander, cuando un soldado, en medio de operaciones de control territorial, pisó una mina antipersonal instalada de manera indiscriminada, al parecer, por integrantes de grupos armados al margen de la ley que delinquen en la zona.
La tropa, al percatarse del doloroso episodio, acudió de inmediato con los soldados enfermeros de combate, quienes bajo todos los protocolos y estrictas medidas de seguridad le prestaron los primeros auxilios, estabilizándolo y trasladándolo al centro médico más cercano, donde fue puesto a salvo. Actualmente se encuentra en proceso de recuperación en la Dirección de Sanidad militar.
Pero estos sucesos, más allá de sumar o restar en cifras y estadísticas, deben generar el rechazo de estas prácticas violentas, que mutilan los proyectos de vida de niños, adolescentes, hombres y mujeres, campesinos y soldados, que deben lidiar con el trauma por daños irreparables tanto a nivel físico como psicológico y emocional.
Este año, el Ejército Nacional en el departamento de Arauca, en el desarrollo de operaciones de control territorial, ha logrado neutralizar en el territorio 33 artefactos explosivos y minas antipersonales, evitando así que más civiles y soldados sean víctimas del uso indiscriminado de esas armas.
Frente a estos hechos, el Ejército Nacional hace un llamado a la comunidad para que también acojan medidas de prevención para evitar caer en una de esas trampas mortales, y a su vez invita a continuar denunciando cualquier acto que atente contra su bienestar e integridad, a través de la línea gratuita nacional 147.