En situaciones como la que estamos viviendo en el mundo, debido al coronavirus COVID-19, la solidaridad de todos es un arma que ayuda a protegernos y proteger a los menos favorecidos. Hay gente que nos está necesitando, que difícilmente tendrán un mercado para satisfacer las necesidades más básicas de alimentación. Por eso, como Edgar Tovar, no como el Alcalde, sino como un trabajador más, les propuse a los secretarios de la administración donar un día de su salario para ayudar a estas personas.
Todos, sin excepción, aceptaron y hoy puedo comunicarles que el dinero recaudado será exclusivamente para ayudar con alimento a los que lo necesitan.
Por eso sé que muchos podrán también ayudar a sus congéneres. La solidaridad no sólo mueve corazones. La solidaridad ayuda eficazmente a los que necesitan. Ayudémonos entre todos. Así haremos más llevadera esta situación.
De la mano de Dios, de la fe que tenemos, de los corazones que tocaremos ayudemos. Ser solidarios nos hará ser mejores personas. Y cuidémonos, quedémonos en casa.