Las autoridades investigan atentado contra un tramo del oleoducto Caño Limón Coveñas en la vereda Miralindo zona rural del municipio de Toledo.
En donde el fuego arrasó varias hectáreas de capa vegetal, pero también el derrame de crudo llegó al afluente Margua que desemboca en el río Arauca.
Ecopetrol ha trabajado con prudencia ante esta situación debido a los riesgos que corre el personal de la compañía por la presencia de grupos armados y en donde se presume la instalación de campos minados.
La compañía petrolera denunció que el año anterior el oleoducto Caño Limón Coveñas enfrentó 18 ataques terroristas con explosivos y la instalación de 130 válvulas ilícitas en la zona del Catatumbo.
El pasado jueves 6 de febrero en la vereda Guachimán zona rural de Tibú, con la instalación de una válvula clandestina a un tramo del oleoducto Caño Limón Coveñas que originó el derrame de crudo en la zona, en donde se aplicó un plan de contingencia.
Y el pasado 8 de febrero la instalación de una válvula ilícita en la línea de transferencia de hidrocarburo, en la infraestructura petrolera situada en zona rural de Tibú, obligó a Ecopetrol a suspender las operaciones de la planta de gas ubicada en el municipio de Sardinata.
Ante lo mencionado, Ecopetrol procedió a suspender el suministro de cuatrocientos mil pies cúbicos diarios de gas natural, situación que impacta a las empresas comercializadoras del combustible en Cúcuta y Tibú.
