El gimnasio de la Liga de Boxeo de Arauca, ha visto crecer personal y deportivamente a Jossimar y Paola Limas Sarmiento, dos hermanos que siempre han sido fanáticos del boxeo; como espectadores y también desde el ring.
Paola inició en el boxeo por querer bajar de peso “superaba los 100 kilos, lo que empezó como vanidad, se convirtió en una pasión” señala la deportista, en la actualidad compite en los 75 kilogramos, aunque ya tiene el peso deseado, no piensa abandonar los guantes, y menos, después de haber conseguido la medalla de bronce en las Justas Nacionales.
Mientras tanto Jossimar, llegó a esta disciplina a la edad de 10 años “yo era un niño todavía cuando Arauca tenía grandes figuras del boxeo, como Arroyo, Bravo, Rudy Tovar, Nerio Galea… ellos participaban en competencias nacionales, desde ahí me empezó el gusto por este deporte, lo hacía esporádico pero no dejaba de practicarlo”, indica el atleta de 32 años. En 2017 toma la decisión de darse una oportunidad con esta disciplina y empieza a entrenar todos los días, y fue tanta su persistencia que logró la clasificación a los Juegos Deportivos Nacionales.
La deportista de 30 años obtuvo en 2018 medalla de bronce en un Campeonato Nacional en Cartago, Valle del Cauca; plata en un certamen federado en Cartagena, triunfos que le sirvieron para asistir a la cita de Bolívar 2019 “nunca voy a olvidar esta experiencia tan bonita, entrar en un estadio lleno de gente y escuchar el nombre de mi tierra acompañado de la música que nos identifica” así describe emocionada Paola su experiencia vivida luego de alcanzar el bronce en estas competencias.
A estos hermanos los une la sangre, los apellidos y un deporte al cual le agradecen por sus logros deportivos, los viajes y por ese apoyo incondicional que prevalece cada día. El boxeo reforzó esa fraternidad que a veces se pierde cuando llega el individuo a la vida adulta.
Y después de haberlo dejado todo en el ring, aunque Jossimar no logró lo que quería, celebra el triunfo de su hermana, porque la victoria de uno, es la alegría del otro y cuando empieza el conteo regresivo para despedirse de la heroica, sacan tiempo para disfrutar un poco de la playa y la brisa del mar.