Luego de una audiencia de presentación que se extendió por dos días e incluyó el traslado del tribunal en pleno hasta el Hospital Central de San Cristóbal para escuchar el testimonio de la víctima; la fiscalía venezolana imputó a los dos policías acusados de disparar perdigones contra el adolescente Rufo Chacón, quien a sus 16 años perdió la visión de ambos ojos.
Los delitos, por los que ambos uniformados podrían enfrentar penas de hasta 26 años de prisión, son homicidio calificado con alevosía y motivos fútiles en grado de frustración, uso indebido de arma orgánica y tratos crueles e inhumanos, en contra del joven y otras cuatro personas que resultaron lesionadas durante una protesta de gas en la localidad de Táriba, municipio Cárdenas del estado Táchira, el lunes de esta semana.
Los funcionarios, ambos con más de 20 años de carrera, son Javier Useche Blanco y Henry Ramírez Hernández, adscritos a la Policía del Táchira (Politáchira), institución se encuentran bajo la conducción del Ministerio de Interior, Justicia y Paz, dirigido por el general Néstor Reverol.
Tarek William Saab, fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente, detalló que la imputación responde a la «acción desproporcionada de ambos funcionarios», y fue acordada por el Tribunal 4to de Control del estado Táchira.
A los señalamientos, se suma el procesamiento por trato cruel contra los adolescentes Adrian Chacón y Jeferson García, así como en perjuicio de Gabriel García y Érika Suárez.
El joven Chacón, fue representado en la audiencia por su madre, Andreína Parada, quien exigió con firmeza se aplicase todo el peso de la ley para quienes cegaron el futuro de su hijo. Parada recibe asistencia legal gratuita por parte de los abogados del Foro Penal, Raquel Sánchez, Orlando González y Raiza Ramírez, quienes le defenderán en el juicio.
Los agentes imputados permanecerán en el Centro Penitenciario de Occidente durante todo el proceso, según dictamen del juez de la causa.
Los hechos
Useche y Ramírez fueron detenidos la noche del lunes pasado, luego de que actuaran con violencia desproporcionada mientras controlaban una protesta en demanda por gas doméstico, en la que participaban varios vecinos de Táriba, en un sector conocido como ‘Panadería El Viajero’, en la autopista San Cristóbal-La Fría, donde impedían el paso de tránsito y mantenían retenidos algunos vehículos que transportaban gasolina hacia a San Cristóbal.
Versiones de testigos apuntan que un contingente de cerca de 20 funcionarios, entre quienes se encontraban Useche y Ramírez, se apersonó en el lugar en horas de la tarde para disolver la manifestación, utilizando para ello armamento cargado con perdigones y sus macanas de uso oficial.
La acción dejó como resultado al menos cinco personas lesionadas, entre ellas el joven Rufo Chacón, quien presentó 52 impactos de perdigones en el rostro y perdió la visión de ambos ojos.