Los constantes atentados al oleoducto Caño Limón – Coveñas han desempolvado un viejo proyecto, el cual puede convertirse en la tabla de salvación para sacar con seguridad el petróleo que se produce en los campos de Arauca, y que analiza el sector petrolero del país.
Se trataría del oleoducto Banadía – Barrancabermeja, el cual no solo reduciría en tiempo el transporte de crudo hasta el puerto de Coveñas, sino que además se complementaría con la red de oleoductos que traen el crudo desde Casanare y Meta.
Desde ya, la sola iniciativa ha comenzado a generar polémica, no solo por los costos de su montaje, sino además por las características de su trazado.
“Es una buena alternativa, ya que garantizaría una operación constante y sin interrupciones para llevar el crudo desde el campo Caño Limón hasta el puerto de Coveñas”, señaló el consultor Julio César Vera.
Sin embargo, el analista precisó que por tema de costos, el montaje del oleoducto sería muy alto, lo que no compensaría la inversión con respecto a los costos de transporte.
Fuentes del sector consultadas por Portafolio, sobre la posibilidad de construir el oleoducto, indicaron que si este proyecto hubiera sido una realidad hace más de diez años, cuando se abordó por primera vez el tema, hoy el país no registraría las altas pérdidas económicas y ambientales, por los reiterados atentados que han llevado a que, prácticamente, la mayor parte del año el actual oleoducto Caño Limón-Coveñas tenga suspendida la operación.
Incluso, una de las fuentes consultadas fue más allá al indicar que este oleoducto dinamizaría aún más la red de oleoductos ya que se convertiría en una vía alterna para sacar el crudo desde Casanare y Meta.
Tanto el ingeniero Vega, como los expertos consultados, coincidieron en señalar, que el aumento de los atentados al oleoducto Caño Limón – Coveñas, ha sido por falta de inteligencia militar que evite las voladuras al tubo.