El año pasado, al menos 60 combatientes venezolanos invadieron el territorio nacional durante cuatro días, en el departamento de Arauca. El hecho tensionó las relaciones con el vecino país.
Las incursiones a territorio nacional por parte de las fuerzas militares venezolanas, que se configuran como una violación a la soberanía colombiana, se han convertido en una historia sin fin a lo largo de los 2.200 kilómetros de frontera entre estas naciones hermanas.
El ingreso ilegal de tropas de ese país, que se registró el pasado jueves 1 de noviembre y que fue denunciado ocho días después por la Cancillería, es el tercer episodio ocurrido durante el gobierno de Iván Duque: el primero también ocurrió en Tibú, Norte de Santander, y el siguiente se registró en una isla sobre el río Orinoco.
En el primer incidente, ocurrido el 19 de agosto, los pobladores de la zona rural de esa localidad de la región del Catatumbo, denunciaron que los efectivos extranjeros no solo irrumpieron la línea divisoria a la altura de la vereda Vetas del Oriente, sino que fueron víctimas de saqueos y agresiones físicas. De hecho, a una persona le arrebataron sus prendas hasta quedar completamente desnuda, durante este desembarco no autorizado de tropas.
Al igual que en esta ocasión, el hecho produjo la molestia del Gobierno Colombiano, que quedó plasmada en una nota de protesta dirigida a Caracas.
“Más allá de violar la soberanía, es una violación de los Derechos Humanos quitarle la ropa a una persona de la tercera edad y a otro joven, es indignante, no es justo. Lo hicieron para humillarlos porque les dijeron que respetaran que estaban en territorio colombiano. Pedimos que se tomen cartas en el asunto”, relató una de las víctimas de ese suceso, quien pidió reserva de su identidad.
Semanas después de este evento fronterizo, las comunidades de la zona rural de Cúcuta denunciaron sobrevuelos del ejército venezolano, muy cerca de la línea divisoria. La situación alertó a las autoridades locales y se pudo verificar que la maniobra militar no sobrepasó el perímetro.
A los pocos días se tuvo confirmación de que la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela vulneró el límite fronterizo en la Isla Maipure 3, sobre el río Orinoco, que fue asignada a Colombia desde el año 1931.
Pese a esta lista de violaciones a la soberanía nacional, ninguna ha disparado la tensión diplomático en este Gobierno como la que ocurrió el año pasado cuando al menos 60 combatientes venezolanos irrumpieron en el territorio de Bocas de Julú en el municipio de Arauquita, Arauca. Los efectivos estuvieron en ese lugar cuatro días.
En la incursión los militares venezolanos causaron estragos en propiedad privada e incluso izaron la bandera venezolana que ondeó durante casi dos días en la margen occidental del río Arauca.
En esa oportunidad el presidente Juan Manuel Santos llamó telefónicamente a su colega Nicolás Maduro y le exigió abandonar el territorio de manera incondicional. Las tropas venezolanas abandonaron el lugar luego del diálogo presidencial.
fuente por eltiempo.com