El caso de la joven de 16 años secuestrada por el Eln en Chocó y liberada este miércoles, presuntamente por ser informante y tener una relación con un miembro del Ejército, es solo uno de muchos por los que el grupo guerrillero ha sido señalado.
El secuestro de la menor fue confirmado el pasado viernes 14 de septiembre por la oficina del Alto Comisionado de Paz, y desde ese momento el Eln dijo que la menor estaba siendo usada por las Fuerzas Armadas como informante.
El hecho, registrado en el bajo Baudó, ocurrió en medio de la liberación de siete miembros de las Fuerza Pública y dos civiles secuestrados en los departamentos de Arauca y Chocó.
Este miércoles, ese grupo guerrillero, así como alias Uriel, insistieron en la versión según la cual la menor tenía nexos con la Fuerza Pública.
“El Estado colombiano, a través de sus Fuerzas Armadas, incumple el Derecho Internacional Humanitario, involucrando población no combatiente en el conflicto bélico, con el agravante de ser menores de edad. La joven reconoció su papel activo como informante de las Fuerzas Armadas”, dice ‘Uriel’ en una grabación que fue difundida tras el secuestro de la menor.
En un video publicado por esa guerrilla se escucha a la joven decir que un miembro de la Armada Nacional la contactó para que le diera información a cambio de dinero y “una escuela de fútbol”.
Sin embargo, también se escucha a un vicealmirante de la Armada asegurando que la institución no tiene colaboradores menores de edad y que “la institución es respetuosa de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario”.
La menor, entregada a una comisión de la Defensoría del Pueblo, había llegado al municipio de Itsmina en compañía de sus padres.
Este tipo de hechos, según autoridades, no son los primeros que comete esta guerrilla, pues ya se habían visto involucradas niñas y mujeres en diferentes actos de violencia del grupo armado.
Entre 1981 y el 2014, 126 mujeres fueron asesinadas por el Eln en Arauca, Boyacá y Casanare como parte de una política sistemática de exterminio contra las amigas, novias y esposas de los integrantes de la Fuerza Pública para “dañar al enemigo”, dice la Fiscalía en el expediente con el que en 2016 buscaba imputar casi 16 crímenes de todo tipo contra el Comando Central del Eln (Coce).
La muerte era la ‘sanción’ que esa guerrilla imponía contra toda mujer que desatendiera la prohibición de entablar cualquier relación con agentes del Estado en esos departamentos.
Ese plan de los altos mandos ‘elenos’ consistía en, según esa guerrilla, castigar a los informantes del enemigo, afirmó la Fiscalía.
Esos crímenes fueron recurrentes, especialmente en el municipio de Saravena, Arauca, donde la población civil, hasta hace menos de una década, lo pensaba dos veces a la hora de responder el saludo de un policía o un soldado.
La explicación de la guerrilla ante esto fue aún más indignante: un comunicado del frente ‘José David Suárez’ que forma parte del expediente recabado por la Unidad de Contexto de la Fiscalía dice que todo acto relacionado con sostener relación con miembros del Estado será castigado por la guerrilla en un juicio realizado por el Eln.
“Toda mujer que sea amante de un militar, tarde o temprano, termina siendo una gran fuente de información para ellos, violando el Derecho Internacional Humanitario, como es el no involucrar a la población civil en la guerra; luego, las dejan a la deriva para que la guerrilla les haga juicio revolucionario”, explicaban los altos mandos de este grupo subversivo.
Pero no solo compañeras sentimentales o amigas de miembros de la Fuerza Pública han sido víctimas de esta macabra estrategia. Se conocen además casos de dueñas de tiendas, peluqueras y hasta trabajadoras sexuales asesinadas.
fuente eltiempo.com