Según la Confederación Comunal Nacional, las regiones donde más han asesinado a los líderes comunales son Cauca, Antioquia, Santander, Chocó y Arauca.
El fin del conflicto armado con la guerrilla de las Farc no es la primera vez en que Colombia ha tratado de dejar atrás la violencia. En la década de los cincuenta, el Frente Nacional significó una nueva esperanza de paz para las generaciones de entonces, que habían vivido décadas de sangrientos enfrentamiento entre liberales y conservadores.
Uno de los instrumentos que se crearon en 1958, durante el gobierno del presidente Alberto Lleras Camargo, para la reconciliación y convivencia entre liberales y conservadores en las regiones de Colombia fueron las juntas de acción comunal, donde unos y otros ayudarían a tomar las decisiones de sus comunidades.
A esos líderes comunales, que son los directos interlocutores de las regiones, los están asesinando, en un momento en que Colombia se encuentra en una situación de posconflicto.
Según la Confederación Comunal Nacional, las regiones donde más se presentan estos crímenes son Cauca, Antioquia, Santander, Chocó y Arauca.
Tan solo en los inicios de octubre fueron asesinados cuatro líderes sociales y comunitarios: José Jair Cortés (Tumaco, Nariño); Liliana Astrid Ramírez Martínez (Coyaima, Tolima); Eliécer Carvajal (Puerto Guzmán, Putumayo); y Liliana Patricia Cataño Montoya (Medellín, Antioquia).
El director de la Comisión Conciliadora de la Federación de Acción Comunal de Bogotá, Alejandro Rivera, habló con la Agencia Anadolu sobre los más recientes asesinatos y amenazas que enfrentan los líderes comunales en Colombia, durante la conmemoración de los 59 años de la creación de las juntas de acción comunal.
¿Cuál es la denuncia que hacen las juntas de acción comunal sobre el asesinato de líderes sociales en Colombia?
En el marco de la conmemoración de los 59 años de la Acción Comunal en Colombia, denunciamos en este espacio que, en lo que va corrido de este año, son más de 120 líderes comunales asesinados y más de 8.000 en los últimos 59 años.
Estos asesinatos están ocurriendo donde se están dando los procesos de restitución de tierras y el levantamiento de los cultivos ilícitos, pero también en los barrios de Bogotá y veredas del resto de Colombia, donde han sido presas de la inseguridad, por denunciar flagelos como el microtráfico. El movimiento comunal en Colombia ha sido declarado víctima del conflicto armado.
¿Cuáles son las principales causas por las cuales están persiguiendo a los líderes comunales?
Los persiguen por defender y buscar el desarrollo para sus barrios y veredas, pero también como decía anteriormente, en el contexto del conflicto armado, por la delincuencia urbana y la violencia que ha generado el microtráfico, que es algo que aumenta cada día más en Colombia.
Están desprotegidos por el Estado, no tienen ninguna seguridad. Los comunales son personas que trabajan diariamente sin ningún sueldo, es decir, no reciben ninguna remuneración. Es un abandono total del Estado en términos financieros, técnicos, administrativos.
En este momento, ¿cuántas amenazas se conocen contra líderes comunales y en qué regiones?
Hay cientos de amenazas, los lugares con mayor riesgo son Caquetá, Putumayo y Cauca, donde se vienen dando los grandes procesos de restitución y también donde más se ha sentido el conflicto.
Sería interesante que el Gobierno hiciera un censo real y pudiera generar unas alertas tempranas para poder evitar el asesinato de los dirigentes comunales.
¿Los líderes comunales tuvieron alguna participación en las negociaciones de paz en La Habana?
Hubo unos delegados que participaron de la mesa, yo también participé, estuve allá en la firma del Acuerdo de Género. Pero creo que pudo haberse hecho más, teniendo en cuenta que hay más de 60.000 juntas en todo Colombia, en los barrios y veredas, donde más de 9 millones de personas están afiliadas a este tipo de organización.
Teniendo en cuenta que ellos son quienes están más cercanos están a las comunidades, ¿cuál cree que debe ser el rol que van a jugar en el posconflicto los líderes comunales?
Una propuesta que queremos impulsar a nivel nacional, desde la Federación de Acción Comunal de Bogotá, es crear algo que se llama las Comisiones de Paz y Reconciliación, que permita territorializar, pero también llevar a la gente del común y a los barrios y veredas la socialización de los acuerdos y la posibilidad de incentivar la participación ciudadana y la defensa de estos acuerdos.
Queremos llevar esa herramienta de la paz, pero la paz no entendida como una firma entre las Farc y el Gobierno, sino como la posibilidad de desarrollo, de que las comunidades puedan hacer realidad sus aspiraciones, pero también alcanzar la felicidad colectiva.
Sería un interesante aporte que permite apropiar los acuerdos porque es de todos los colombianos. A pesar de que el conflicto fue en el área rural, tuvo repercusiones urbanas. Hoy queremos potenciar la acción comunal, que nació como una herramienta para la paz y la reconciliación, también como instrumento de planificación, control social y participación de la ciudadanía.
fuente el espectador