Luego de evaluar las zonas donde el conflicto armado se vivió durante más de 50 años como en el Amazonas o en Arauca, el Observatorio Nacional de Salud encontró que se dispararon las tasas de enfermedad diarreica aguda así como las transmitidas por vectores como leishmaniasis.
Entre ellas también se cuenta incremento de mortalidad por homicidios así como suicidios y altas tasas de mortalidad infantil por desnutrición o por enfermedad diarreica aguda.
Carlos Castañeda, director del observatorio, explicó que las enfermedades que se han podido evidenciar en diferentes zonas del país pueden ser catalogadas como las enfermedades del posconflicto y que la mortalidad en estas regiones de mortalidad es elevada por que representa el doble que los municipios que no sufrieron el conflicto.
“Las personas en zonas de conflicto tienen dos veces mas probabilidades de enfermar de Enfermedad Diarreica Aguda EDA y diez veces mas de enfermedades transmitidas por vectores” dijo.
Señaló que debido a la falta de acceso al sistema de salud así como las bajas coberturas de vacunación se evidencian mayores índices de estas enfermedades debido a que el conflicto armado hacía difícil la atención en estas zonas.
A esto se suman enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión arterial y el cáncer de cuello uterino que tienen mayores índices de prevalencia en zonas con una mayor intensidad del conflicto.
Algunas de las zonas donde se evidenció esta situación son Arauca, Amazonas, Nariño, el Pacífico y algunos municipios de la costa Caribe así como de la orinoquía.
fuente RCN radio