con seis decretos y cinco resoluciones que reglamenta la Ley 1715, el Ministerio de Minas y Energía le da su cuota de confianza al uso de las energías renovables, y de paso se abre el compás para que estas fuentes no convencionales sean sincronizadas en la matriz energética del Sistema Interconectado Nacional (SIN).
La ley 1715, que promueve el desarrollo y utilización de las fuentes renovables, así como los estatutos que la regulan, indica cómo será la labor de complementariedad de estas energías con las de tipo convencional, y las formas en las que actuará en situaciones como la del fenómeno de ‘El Niño’.
Y con las normas que reglamentan la citada ley, además de definir los lineamientos de autogeneración a pequeña, mediana y gran escala con energías renovables, señalan también los mecanismos para la expansión de la cobertura en el servicio de energía eléctrica en el SIN y en las Zonas No Interconectadas (ZNI).
“El 70% de la canasta energética del país está conformada por hidroeléctricas gracias al aprovechamiento de los recursos naturales que tiene Colombia. Por ello, complementar el potencial hidroeléctricos con las energías renovables permitirá un mercado mayorista más competitivo”, precisó, Germán Arce, ministro de Minas y Energía.
El titular de la cartera energética hace un recuento del potencial de Colombia en materia de energías renovables: 56 GW en hidroeléctricas; 42.000 MW de energía solar y 15.000 MW de eólica solo en La Guajira; además de un potencial de biomasa equivalente al 41% de la demanda nacional.
En generación, la Upme formuló cuatro escenarios que integran diversas fuentes de generación eléctrica, destacándose el papel de las fuentes no convencionales de energía renovable, solar, eólica, geotérmica y de biomasa, así como las plantas de tecnologías convencionales térmicas e hidroeléctricas.
En el Plan de Expansión, se analizan las alternativas para abastecer la demanda de electricidad con seguridad, confiabilidad y sostenibilidad, donde las energías renovables juegan un papel preponderante.
TRANSMISIÓN
De acuerdo con la Upme, se requieren 5.362 MW de expansión adicional a la ya establecida por el Cargo por Confiabilidad, durante los próximos 15 años, utilizando tecnologías y recursos como eólico (1.456 MW), hidráulico (1.427 MW), carbón (970) y plantas menores (793 MW).
En materia de transmisión, el plan identifica dos obras que deberán ser ejecutadas a través de convocatorias públicas. En Santander construir la subestación Nueva Granada que permitirá conectar al SIN 236 megavatios provenientes de plantas de generación, así como un tercer transformador en la Subestación Sogamoso.
Para Casanare y Arauca se establecieron nuevos puntos de conexión a 230 mil voltios, que interconectarán la subestación San Antonio, en Boyacá con la nueva subestación Alcaraván, en Casanare, la cual a su vez estará interconectada con un nuevo punto en la futura subestación La Paz (Arauca). La Upme estima que estas obras entrarán en servicio entre los años 2021 y 2022, y tendrían una inversión de US$156 millones.