La empresa de transporte de pasajeros copetran, pionera en el Departamento en la prestación de este servicio por sus vínculos con el Sarare desde la década de los sesenta, analiza seriamente su retiro del área debido a la falta de garantías para sus autobuses.
El gerente regional Jairo Ruiz dijo que las pérdidas por la incineración de tres autobuses último modelo superan los 750 millones de pesos y no tienen la protección de las autoridades aunque los tres hechos vandálicos se han presentado en menos de quince días. El señor Ruiz al ser consultado por el periodismo de Noticias 100.3 no supo explicar de dónde vienen los ataques contra su empresa en territorio araucano ni los fines que persiguen quienes consuman los atentados criminales que afectan tanto a Copetrán como a los mismos pasajeros que utilizan sus servicios. En los próximos días se conocerá el pronunciamiento de la junta directiva de Copetrán ante el Ministerio del Transporte para establecer la decisión a adoptar.
El primer incidente ocurrió el pasado viernes en horas de la tarde, en el sector conocido como la Y de la Esmeralda – Arauquita, donde fue interceptado el vehículo de placas SXS-490, número interno 1332, el cual cubría la ruta Arauca – Bucaramanga y tras intimidar a los pasajeros y tripulantes, los obligaron a descender, procedieron a quemar el automotor.
Ayer lunes en horas de la tarde se presentó un nuevo incidente, donde presuntos milicianos volvieron a arremeter contra la flota de buses de la empresa Coopetran llevándose uno de sus automotores en el sector de la Esmeralda, por la vía a Fortul.
Tras intimidar a los pasajeros y la tripulación, los presuntos subversivos se llevaron el automotor con rumbo desconocido y minutos más tarde fue hallado incinerado en la «Y» del Triunfo, en esa misma zona el pasado viernes fue incinerado otro bus de la misma empresa. El segundo bus fue abordado por guerrilleros motorizados en la vía Fortul – Tame, sector El Acuario, con el atentado del viernes ya son tres los casos en menos de una semana, con millonarias pérdidas para esa empresa transportadora.
En todos los casos han procedido de igual forma: los guerrilleros bajan a los pasajeros, el equipaje y se llevan el automotor para posteriormente incinerarlo en cualquier recodo de la carretera.