Por: Aldemar Valdez «Malatesta».
Odiosa, pero inteligente.- Odiosa, pero emprendedora.- Odiosa, pero leal.- Odiosa por odiosa, pero admirada.- Esa odiosa y mas odiosa pero admirada y respetada es Paloma Valencia, esa que en una original carta le decía a su Amapola hija que la mujer y el hombre, por mas desarrollados que estén,no dejan de ser animales.-
Por eso nunca uno le perdona a Daniel Samper Ospina, ese hijo de mi maestro Daniel Samper Pizano, que se haya burlado cínicamente en la grosería mas perversa de Amapola, ese ser tan chiquito e inocente y claro y tan indefenso y que ni siquiera las sonrisas angelicales de todos los niños y niñas del mundo de ayer, de hoy y de mañana, fueron capaces de convencerlo que ella, Amapola, apenas comenzaba ese calvario, ese calvario en que se ha convertido la vida de la gente importante que en el mundo es y ha sido.-
La bella historia de cómo y porqué escogió con Tomás el nombre de Amapola para su hija nos llena de emoción, esa que se siente cuando uno es niño se le habla de ángeles pero ya de jóvenes para allá se estremece cuando escucha esa letra de esa canción que nos dice “ Amapola, lindísima amapola será siempre tu alma tuya sola. yo te quiero, amada niña mía igual que ama la flor la luz del día.
Amapola, lindísima amapola no seas tan ingrata y mírame. amapola, amapola
como puedes tú vivir tan sola.
Amapola, lindísima amapola no seas tan ingrata y mírame.
amapola, amapola
como puedes tu vivir tan sola “.-
Y pensar que esa canción dedicada a su hija viene cantada por esa mujer que es igual para unos colombianos como Daniel Samper hijo, a esa paloma de cucurrucucu…paloma …….. cucurrucucu…no llores porque para ellos “ las piedras jamas…paloma… que van a saber…de amores ……
que una paloma triste muy de mañana le va a cantar
a su casita sola con sus puertitas de par en par,
juran que esa paloma no es otra cosa mas que alma,
que todavia la esperan a que regrese la desdichada
cucurrucucu…paloma …….. cucurrucucu…no llores
las piedras jamas…paloma.. ..que van a saber.. de amores..
cucurrucucu.. cucurrucucu.. cucurrucucu
paloma ya no le llores.-
Paloma Valencia le dice a su hija Amapola que “ Has nacido pequeña mia.- Verme en tus ojos es saber que soy responsable de ti.- La vulnerabilidad de tu cuerpo recién en contacto con la luz, con el aire.- Tus pequeñas manos que navegan torpes entre las brumas de ojos que apenas distinguen.- Tu boca con el lloro de los cachorros cuando tienen hambre y mi búsqueda de los instintos primarios que me permiten comunicarme, entenderte.-
Te veo y todavía no creo que toda tú, toda tu cuerpo vivo, completo, hubiera estado dentro de mi.- Eres tan pequeña y al mismo tiempo tan grande.- Otro ser enteramente.- Me sorprende como deslumbran los milagros, que hayas estado ahí, en un vientre redondeado. ”.-
Así vive Paloma la vida de Amapola.- Y pensar que algunos creemos que Paloma es la reencarnación colombiana de esa Paloma del cucurrucucu…….. cucurrucucu mejicano, esa paloma del huapango del mejicano Tomás Mendez, esa paloma que es como una piedra y que por eso no debe saber de amores.-
Paloma Valencia, esa Amparo Grisales de nuestra política colombiana, esa Paloma envidiada por unos, amada por otros, odiada por aquellos pero que no deja de ser la mamá de Amapola, ese sercito que nos rescató para siempre a Paloma, su mamá y familia de mi viejo y amado y querido Alvaro Pío Valencia.- malatesta.-