La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), adscrita a la ONU, hizo este miércoles un llamado a las autoridades de Colombia para que prevengan la xenofobia contra los venezolanos que llegan a su territorio por la crisis de su país.
Las autoridades deben «trabajar en políticas públicas que prevengan la xenofobia y ayuden a la integración de las personas que retornan, cuando son connacionales, y a una integración solidaria en las personas que vienen de otras partes», dijo el director de Programas de la OIM en Colombia, Fernando Calado, en rueda de prensa en Bogotá.
En los últimos meses autoridades colombianas han reportado una masiva llegada de venezolanos por la crisis económica, social y política.
Algunos han dicho no tener recursos para afrontar este arribo, como el alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, que además aseguró en mayo que su ciudad se estaba «llenando» de «limosneros», prostitutas y «desocupados» de Venezuela.
«Vale la pena recordar la solidaridad de la que han gozado los colombianos» cuando durante décadas viajaban a Venezuela huyendo del conflicto armado, aseguró Calado.
El diplomático hizo la declaración durante la presentación de un estudio conjunto de ese organismo internacional, la cancillería y Migración Colombia sobre el flujo migratorio en la frontera común.
Según el director de Migración Colombia, Christian Krüger, actualmente en el país hay una población fluctuante o «de péndulo» de 455.094 venezolanos en las zonas fronterizas.
Es una población «que no viene a quedarse en nuestro país, pero sí tiene una necesidad o algún motivo para ingresar a nuestro territorio de manera periódica», explicó.
En tanto, en todo el país hay 300.748 venezolanos con vocación de permanencia, de los cuales unos 253.000 están en condiciones migratorias irregulares, agregó.
De acuerdo con el reporte, llevado a cabo en cruces oficiales de Cúcuta, Villa del Rosario y Arauca y uno no oficial de Arauca, las «zonas de mayor flujo» migratorio, el 67 % de las personas que cruzan la frontera son colombianas o con doble nacionalidad y el 33 % son venezolanas.
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El 26 % de ellos son hombres, otro 26% son mujeres y un 48 % son menores de edad, explicó Calado, quien pidió garantías de salud y educación principalmente para niños y adolescentes.
El 52 % aseguró que va a Colombia para realizar compras de la canasta básica o medicamentos, el 17 % para visitar familiares, el 14 % por trabajo, el 5 % por turismo, el 2 % por motivos educativos y el 10 % por otros motivos.
«Muchas de estas personas están llegando y son explotadas», señaló Krüger, en referencia a que son contratadas sin visas de trabajo, por lo que no obtienen seguridad social.
Colombia y Venezuela, que comparten 2.200 kilómetros de una porosa frontera, han mantenido históricamente una estrecha pero tensa relación.
