Estas armas no convencionales, rellenas de explosivos y de metralla, fueron instaladas en una volqueta para el ataque a la base militar en Puerto Jordán, Arauca, que causó la muerte de 2 soldados y dejó más de 20 heridos. Así funcionan.
En la mañana de este martes 17 de septiembre, integrantes de la columna Domingo Laín del ELN instalaron en mitad de la carretera una volqueta que transportaba 16 rampas para el lanzamiento de explosivos que son conocidos como tatucos y que fueron utilizados en contra de la base militar en Puerto Jordán, Arauca.
El ataque dejó 33 uniformados lesionados, dos de los cuales murieron por la gravedad de las heridas.
Los tatucos son artefactos rellenos de explosivo y metralla que, una vez son disparados, vuelan sin control.
Inteligencia militar afirma que los tatucos funcionan como un cañón. Emplean antiguas pipetas de gas como propulsores de las cargas explosivas.
“Las cargas son recubiertas con TNT, que es derretido en hornos a altas temperaturas, para luego colocarles granadas, a los cuales les quitan la parte delantera para ser impulsadas por una mezcla de metralla, cal y urea”, afirmó un uniformado de inteligencia.
Los investigadores han identificado también en varios campamentos la presencia de elementos como cobre, anfo, pentonita y macetas, utilizadas para la construcción de los tatucos.
“La carga artesanal tiene la característica de explotar cuando llega a más de 1.000 pies. En los últimos años, está siendo perfeccionada por la guerrilla”, afirmó el militar.
En computadores de los grupos ilegales que han encontrado las autoridades, se han hallado archivos de planos, listas de elementos para la construcción de las trampas artesanales y también videos de operaciones en las que se han usado los tatucos.
Esta modalidad ha sido utilizada desde la década de los noventa por los grupos ilegales para afectar a la fuerza pública y también civiles.
Usar tatucos, como han señalado varias voces en días recientes, constituye una violación al Derecho Internacional Humanitario por la imprevisibilidad de su trayectoria, que podría infligir daños innecesarios y a objetivos civiles.