La Defensoría del Pueblo aseguró que durante el año que recién finalizó atendió, al menos, 1.617 casos de violencia basada en género solo en los departamentos de Arauca, La Guajira, Norte de Santander, Putumayo y Santander.
El titular de la entidad, Carlos Camargo Assis, señaló que los casos se “agudizaron” durante la pandemia, no solo contra las mujeres, sino también contra las personas género diversas.
“Las duplas de género de la Delegada para los Derechos de las Mujeres y los Asuntos de Género en esos territorios acompañaron durante el año anterior los casos de violencias basadas en género. De estos, un total de 515 casos (31%) fueron contra población refugiada, migrante y solicitante de asilo. De esta población, un 12% corresponde a personas género diversas, como registra el Informe sobre mujeres refugiadas y migrantes emitido por la entidad”, señaló la Defensoría en un comunicado.
De acuerdo con la entidad, los tipos de violencia física (18%), sexual (6%), psicológica (42%), patrimonial (6%) y económica (27%) “son los que más suceden al interior de los hogares”.
El informe indicó que “la violencia psicológica constituye el mayor porcentaje dentro de los tipos de violencia expuestos, y es transversal a todos estos, ya que cualquier hecho que cause daño a la persona en cualquiera de sus formas desencadena también un daño y sufrimiento psicológico.
Este tipo de violencia hace referencia a comentarios intimidatorios, acoso, amenazas, aislamiento, desprecio y humillación, entre otras”.
También se han presentado casos en los que por cuenta de los precarios ingresos económicos —debido a que se dedican en su mayoría a la economía informal— algunas personas “se ven expuestas a la escasez alimentaria y la habitabilidad de calle, por cuenta de los desalojos por incumplimiento en el pago de arrendamiento” e, incluso, a hechos de violencia sexual.