Le ha fallado a la gente del Piedemonte y la sabana que lo eligió a la gobernación, pero en el corrillo político y en diferentes sectores de la sociedad araucana, se denuncia que su familia y allegados son los mayores beneficiarios de la contratación departamental, hasta el punto de tener varias denuncias y los recursos ir a parar a otras zonas del país.
El mandatario de los araucanos, Ricardo Alvarado Bestene, resultó ser un verdadero “paquete chileno”. Sus compromisos de campaña como gobernador no los cumplió en este 2017, cuando estamos a tan solo tres días de finalizar este año, marcado por la difícil situación económica que vive la región, atribuida en gran parte a su ineptitud.
Las cuentas hablan por sí solas: en sus dos años de gobierno la ciudad de Arauca, capital del departamento no tiene a la fecha una obra que saque la cara por la administración departamental, a parte del cuestionado Obelisco conmemorativo al Bicentenario, el que es materia de investigación por las fuentes de financiación. Las promesas anunciadas, nada que se cumplieron.
El mandatario Ricardo Alvarado Bestene, como se recordará, en el auditorio de la Unión Sindical Obrera – USO dijo en público y se comprometió ante un número de personas, que sacaría adelante al Hospital San Vicente de Arauca, hecho que no se cumplió y por el contrario, la crisis del centro asistencial de referencia para el departamento, la Orinoquía y la zona de frontera, es más profunda.
En la actualidad los trabajadores del Hospital San Vicente son quienes mantienen y guardan la esperanza de su recuperación y fortalecimiento. No cuentan con sueldos pagos a la fecha, no hay reactivos para la realización de los exámenes que requieren los usuarios y hasta con carencia de profesionales especialistas se encuentra el hospital, por la falta de recursos y contratación de personal.
Ante la difícil situación financiera y de personal que tiene el Hospital San Vicente surgen interrogantes frente a los recursos que maneja la Unidad Administrativa Especial de Salud de Arauca, donde no se conoce el número de proyectos que en salud pública fueron aprobados para la vigencia 2017 por parte de la Asamblea Departamental; cuántos recursos fueron asignados a la red pública y cuántos a la red privada, cuando se habla de 8 mil 500 millones de pesos para el Hospital San Vicente que fueron entregados de un monto que supera los 44 mil millones de pesos, desconociéndose así mismo, quiénes son los «dueños» de esos proyectos y cómo se están ejecutando.
Alvarado Bestene por su parte, también se comprometió a entregar en marzo de este año el primer piso de la nueva torre del Hospital San Vicente, hecho que también se incumplió en el primer y segundo semestre del año. Como si fuera poco, sorprendió la decisión del mandatario de apartarse de la junta directiva del centro asistencial y en su lugar nombró un presidente por un periodo de tiempo indeterminado, que no puede durar mucho tiempo de acuerdo al reglamento interno, situación que han calificado los trabajadores del Hospital San Vicente, como irresponsable.
Y es que en Arauca el gobernador Ricardo Alvarado Bestene, ni siquiera pudo entregar la cuestionada obra del obelisco homenaje al Bicentenario, en la que invirtió 1.560 millones de pesos, comprometiendo recursos de regalías, lo que llevó a que fuera denunciado e investigado por esta actuación.
Son muchos los capítulos que la prensa araucana ha dedicado a esta controvertida obra que viene investigando la Fiscalía y los órganos de control, ya que no les fueron viabilizadas las pólizas por parte del Invías; donde el mismo contratista pidió la suspensión de la obra porque necesitaba más recursos para su culminación, debiéndose a la fecha a la mano de obra, más de 100 millones de pesos.
Aquí no terminan los incumplimientos del gobernador Ricardo Alvarado Bestene, con la no realización de la feria exposición agropecuaria en el nuevo recinto para el año 2016, el mandatario se comprometió a su culminación y mejoramiento de la infraestructura para este año 2017, cosa que no se logró.
Alvarado también le incumplió a los habitantes de Cravo Norte, a quienes les dijo que mejoraría y terminaría el cuestionado corredor vial con los contratos asignados en la anterior administración, además de una destinación de 11 mil millones de pesos más, de la que no se ha conocido su inversión en este año 2017.
Las omisiones del gobernador de Arauca también se dieron en el tema de vivienda; el mandatario anunció con bombos y platillos que entregaría este año la Urbanización Laureles 1, situación que tampoco se ha hecho realidad, todo se quedó en promesa, así como las que hizo en campaña. Aquí se continua jugando con la dignidad y necesidad de los beneficiarios, que mantuvieron la esperanza de contar con una vivienda digna; no fue uno, ni dos, sino hasta tres los anuncios que se hicieron desde la administración departamental para la estrega de estas 240 viviendas.
Por su parte, continuará inconclusa la obra de la planta avícola del municipio de Arauquita, donde se han invertido más de 10 mil millones de pesos, la que actualmente está en completo abandono y donde los amigos de lo ajeno han venido desmantelado. Con relación a este proyecto, el mandatario de los araucanos se comprometió a fortalecerlo y ponerlo en mantenimiento, pero también Alvarado Bestene incumplió.
Ni qué decir de las instalaciones del Gaula y la Sipol de la Policía Nacional en Arauca, una obra que debió haber sido terminada y entregada en el año 2016, la que a la fecha se encuentra inconclusa, desfinanciada y donde los más de 19 mil millones de pesos, se convirtieron en un festín para los contratistas.
Esto no es una inocentada… es la realidad de lo que está pasando en el departamento, mientras que los araucanos están llevando del bulto, la situación es cada vez más difícil, los recursos están guardados por los caprichos de un gobernador que no ha sabido sortear la problemática.
noticias tomada de la voz del cinaruco