¿Está usted seguro del lugar donde compra alimentos? ¿Conoce de dónde proviene? Estas son dos importantes preguntas que debe hacerse antes de pagar por un producto que bien podría ser de contrabando y además, no estar en estado óptimo para el consumo.
En Cúcuta, se ha vuelto común encontrar productos venezolanos que son traídos de manera ilegal a la ciudad. Sin embargo, muchos de ellos son perecedos, como la carne, y son transportados en condiciones insalubres que podrían poner en riesgo la salud de las personas.
¿Pero por qué pasa esto? La principal causa tiene que ver con la creatividad de muchas personas que al momento de transportar estos productos cárnicos hacia Cúcuta. A esto se le suma que el ciudadano quizá no sabe dónde comprar.
El último caso que se presentó en la frontera entre Colombia y Venezuela, específicamente en Cúcuta, tiene que ver con el intento de pasar 30 sandías a las que les habían sacado el contenido de la fruta, para después rellenarlas con bolsas de carne molida. En promedio, cada unidad de estas sandías contenía 10 kilos de carne.
Pero este es uno de tantos casos que se evidencian en el paso fronterizo. En coches de bebés, sillas de ruedas y hasta en botellas de límpido (que inicialmente contenían químicos que pueden alterar la salud) transportan la carne que probablemente usted sirve en la mesa a su familia.
Lo grave es que la creatividad es tanta, que hasta en el cuerpo se la adhieren con cinta pegante, en las caderas, los muslos y hasta las partes íntimas, para luego ser cubierta por la ropa.
Y así se las ingenian para ingresar alimentos en la modalidad de hormigueo, es decir, en pequeñas porciones que son llevadas ya sea por los puentes internacionales o debajo de ellos.
Las cifras
En lo corrido del 2017, y según datos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (Dian), «este año se ha reducido a 278, el número de bovinos en pie, que era la modalidad más usada. Esto debido al control que hace la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) en compañía del Ejército y demás autoridades», dijo la directora seccional de la aduana en Cúcuta y Norte de Santander, María Eugenia Restrepo.
Sin embargo, esto ha hecho que las personas hagan el sacrificio del animal en Venezuela, logrando así la incautación de 40 toneladas de carne despostada. A esto se suman alrededor de 100 toneladas de piel y 80 de vísceras.
Respecto a estas últimas «son delicadas porque casi todas las enfermedades que se pueden transmitir a los humanos se quedan en la piel, los huesos y las ya mencionadas vísceras», comentó Restrepo. En cuanto a productos cárnicos decomisados se tiene un registro de 10.000 millones de estos. Adicionalmente, a disposición del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) se han puesto 68 animales vivos en todo el año.
«Si bien no hemos podido determinar que sean de origen extranjero, son animales que fueron sorprendidos en el momento que estaban en contacto con otros, provenientes de Venezuela, lo que significa riesgos biológicos», comentó la funcionaria.
Lo también preocupante es que adicional a todo el proceso de incautación, los funcionarios generalmente corren con el riesgo de ser agredidos por quienes intentan pasar la carne ilegalmente.
«Hemos tenido muchos casos de agresión física. En el caso de las agresiones verbales son todos los días», asegura con preocupación María Eugenia Restrepo.
La invitación que hacen las autoridades de Cúcuta a los ciudadanos es a la toma de conciencia sobre la gravedad y los riesgos que se llevan a cabo en los hogares cuando se compra carne de dudosa procedencia.