El municipio de Tame, en Arauca, con su extensa zona rural, ha sido uno de los territorios más afectados por el conflicto armado en los últimos años. Por esta razón, la Defensoría del Pueblo, a través de funcionarias y funcionarios de la regional en el departamento, apoya la promoción de diez mínimos humanitarios impulsados por la comunidad y la administración local, con el fin de proteger a la población civil de las hostilidades.
El conflicto armado interno en el departamento de Arauca generó cerca de 196.000 víctimas desde la implementación de la Ley 1448 de 2011 hasta el pasado 9 de abril, cuando fue conmemorado el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado. De la cifra redonda, 97.432 eran mujeres; 98.079, hombres, y 308 formaban parte de la población con orientación sexual e identidad y expresión de género no hegemónica (OSIEGNH).
A partir del total, 166.217 fueron víctimas de desplazamientos forzados; 23.611, de homicidios; 24.510, de amenazas; 8.864, de confinamientos; 5.980, de desaparición forzada; 3.070 sufrieron la pérdida de sus bienes; 2.558 casos fueron constituidos como actos terroristas, atentados, combates y hostigamientos. En lo que va del 2025, 25 personas han sido secuestradas, cuyo paradero es incierto, y 52 asesinadas [48 hombres y cuatro feminicidios: 37 colombianas(os), cinco extranjeras(os) y diez sin identificar].
La Defensoría exhorta a las estructuras que delinquen en el lugar, como la guerrilla del ELN y grupos disidentes, a respetar la vida, a no instalar minas antipersonales, a no reclutar ni utilizar niñas, niños y adolescentes en sus acciones, a no afectar los bienes civiles, a respetar a lideresas y líderes sociales y personas defensoras de derechos humanos, también a respetar a mujeres, campesinas y campesinos y comunidades étnicas, entre otros. El llamado, en el ejercicio de sus funciones constitucionales, también es hecho a las Fuerzas Militares y de Policía.
A continuación, los diez mínimos humanitarios:
- La vida es sagrada: Ningún actor armado, en ninguna circunstancia, debe atentar contra la vida de la población civil.
- Respetar a lideresas y líderes sociales, así como a quienes se dedican a la defensa de los derechos humanos.
- No utilizar trampas explosivas ni minas antipersonales.
- Respetar a campesinas, campesinas, afros, indígenas y población OSIEGNH.
- Respetar a las mujeres, que nunca serán un botín de guerra: Son prohibidos los actos de violencia sexual y otras formas de violencia en su contra.
- No a la desaparición forzada.
- No al reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes en el conflicto armado.
- Respetar a las misiones médicas.
- Respetar a las personas migrantes y con necesidad de protección internacional en el contexto del conflicto armado.
- Respetar los bienes civiles y públicos: Deben ser protegidas escuelas, hospitales, centros de salud y demás bienes similares en el desarrollo del conflicto.
Estos mínimos humanitarios buscan generar un ambiente de mayor seguridad y protección para la población civil en Tame y demás zonas de Arauca, y son un llamado a todos los actores armados para que cumplan con lo establecido en el derecho internacional humanitario (DIH) y respeten los derechos humanos.
Desde Tame, la Defensoría del Pueblo recuerda que es un imperativo proteger la vida y dignidad de la población civil en los campos y cascos urbanos, reducir el sufrimiento humano causado por los efectos directos e indirectos del conflicto y limitar los daños colaterales de los enfrentamientos armados.