El departamento de Arauca vuelve a ser escenario de eventos terroristas protagonizados por los grupos armados ilegales que delinquen en la zona y que afectan la seguridad ciudadana.
En esta ocasión, subversivos atacaron con explosivos y de manera simultánea dos puntos de la infraestructura petrolera presente en el departamento.
De acuerdo con Cenit, filial del Grupo Ecopetrol encargada de la operación petrolera en el territorio, dichas detonaciones bélicas se dieron exactamente en el Oleoducto Bicentenario de la vereda Palo de Agua del municipio de Fortul y en contra del Oleoducto Caño Limón de la vereda Agua Santa del municipio de Saravena.
Lea también: Grupo armado ilegal asesina a líder social en Arauca tras dos meses de tenerlo secuestrado Justamente a través de un comunicado informó que se activaron los respectivos planes de emergencia y aclaró que solo en el municipio de Fortul se generó ruptura de la infraestructura; hecho que provoco el derrame de crudo.
«Cenit activó Plan de Emergencia y Contingencia (PEC) por pérdida de contención en el Oleoducto Bicentenario debido a un atentado terrorista perpetrado por terceros desconocidos. La compañía informó al Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres de Fortul sobre la situación y las acciones del PEC.
Asimismo, confirma un atentado al Oleoducto Caño Limón Coveñas en la vereda Agua Santa, municipio de Saravena, en el mismo departamento, que no presenta pérdida de contención», se lee en el documento.
Es de destacar que tropas del Ejército Nacional encargadas de la seguridad de los campos petroleros arribaron al lugar con el propósito de salvaguardar la integridad de los técnicos de la compañía que se encargaron de atender y solucionar los daños generados.
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Finalmente, Ecopetrol rechazó el hecho y enfatizó en los graves impactos que deja a nivel ambiental: «Cenit y Ecopetrol repudian estas acciones ilícitas y violentas, y hacen un llamado para que cesen los delitos sistemáticos contra la infraestructura de transporte de hidrocarburos, de propiedad de todos los colombianos, y que ponen en riesgo la integridad de las personas, generan graves consecuencias al medioambiente y afectan el desarrollo económico del país».
