Desde presidencia habrían presionado para que le pagaran.
Una parte de los contratos de la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD) terminaron en manos de la guerrilla del ELN. Eso ya lo había dicho Olmedo López, exdirector de la entidad, ante la Corte Suprema de Justicia. Pasaron los meses y para algunos el tema parecía olvidarse porque Gustavo Petro desmintió los señalamientos. Sin embargo, ahora aparece un nuevo escándalo.
La situación guarda similitudes con lo ocurrido en La Guajira, donde se destapó el escándalo de los carrotanques para llevar agua potable a las comunidades. En esta ocasión, la situación también involucra un grupo armado ilegal, el ELN, que opera en diversas regiones del país, incluido Arauca, donde se gestó este nuevo episodio, reveló la periodista Paula Bolívar.
Sneyder Pinilla, exsubdirector de la UNGRD, y Olmedo López entregaron cuatro contratos de maquinaria por un total de 4.500 millones de pesos a Jhon Freddy García Beltrán, un contratista de Arauca.
Según la investigación periodística, García Beltrán colaboró con Jhony Alexander Bello Ortega, quien fue capturado en 2019 por su vinculación con el ELN y sería sobrino de alias ‘Garganta’.
García Beltrán tiene una conexión familiar que también ha llamado la atención: su esposa, Shirley García, fue recientemente nombrada directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS) en Arauca, cargo otorgado por el director de la entidad, Gustavo Bolívar. Además, García es sobrina de alias ‘Garganta’, uno de los jefes más destacados del ELN.
A su vez, Jhon Freddy García Beltrán es hijo de Freddy García Hernández, quien en 2023 fue elegido alcalde del municipio de Fortul, Arauca.
La coincidencia temporal entre la obtención de los contratos y la victoria electoral de su padre ha generado inquietud.
De hecho, en febrero de 2024, Olmedo López envió un correo a la Fiduprevisora, presionando para que se pagara a García Beltrán, aunque el proceso fue detenido debido al escándalo de los carrotanques.
Finalmente, tras la renuncia de López y la llegada de Carlos Carrillo como nuevo director de la UNGRD, las presiones para autorizar el pago a García Beltrán continuaron. A pesar de su resistencia inicial, Carrillo terminó accediendo a las solicitudes, y entre diciembre de 2024 y enero de 2025, los contratos fueron finalmente pagados en su totalidad, a pesar de las conexiones de García Beltrán con el ELN.
Fuentes cercanas confirmaron que Carrillo recibió presiones desde la Presidencia para autorizar el desembolso.
