La Defensoría del Pueblo ha emitido una grave alerta sobre el aumento de la violencia en el departamento de Guaviare, donde las disidencias de las FARC, lideradas por los grupos conocidos como “Mordisco” y “Calarcá”, han intensificado sus acciones delictivas.
La situación se ha vuelto crítica, con reportes de ataques con explosivos, la declaración de paros armados, amenazas contra líderes comunitarios, homicidios, desplazamientos forzados y confinamientos que afectan principalmente a las comunidades indígenas de la región.
Las autoridades han señalado que estas violencias no solo generan un clima de terror entre la población civil, sino que también socavan los esfuerzos por consolidar la paz en áreas que aún enfrentan los ecos del conflicto armado.
Las comunidades indígenas, que históricamente han sido vulnerables en situaciones de conflicto, están sufriendo las consecuencias más severas de esta escalada violenta.
Además, se ha observado que las disputas entre las disidencias de “Mordisco” y “Calarcá” se extienden no solo en Guaviare, sino también en Arauca y Meta, lo que indica una compleja red de enfrentamientos territoriales que amenaza la seguridad y estabilidad en estos departamentos.