El Congreso de la República de Colombia aprobó una nueva ley que endurece las medidas contra la contaminación auditiva.
La normativa, que solo espera la conciliación con la Cámara para pasar a sanción presidencial, establece multas millonarias para quienes generen ruido excesivo que afecte la convivencia ciudadana y el bienestar de los ecosistemas.
Antes de la entrada en vigor de esta ley, el ruido producido por vecinos era sancionado con multas generales tipo 3, equivalente a 16 salarios mínimos legales vigentes (SMLV).
Sin embargo, la nueva legislación eleva las sanciones hasta 40 SMLV, lo que representa una suma cercana a los 52 millones de pesos colombianos, dependiendo de la gravedad de la infracción.
De acuerdo con la ley, para sancionar las infracciones por ruidos que afecten la convivencia, se aplicarán los procedimientos establecidos en la Ley 1801 de 2016.
Las medidas incluyen la suspensión inmediata de la actividad, el retiro de los infractores del lugar y la disolución de reuniones o actividades que generen aglomeraciones de público.
Estas acciones se aplicarán especialmente en espacios públicos, semipúblicos, semiprivados o en cualquier tipo de actividad que trascienda al ámbito público y afecte la convivencia.
Si no se logra identificar al responsable directo de la infracción, las multas podrán imponerse a los propietarios, arrendatarios o usuarios de los inmuebles que permitan la generación de ruido excesivo.
Esta medida busca evitar la impunidad y asegurar la aplicación efectiva de la ley.
Con esta ley, Colombia busca atacar de forma contundente un problema de salud pública que genera diariamente cientos de quejas de residentes en las ciudades del país.
La legislación no solo endurece las sanciones económicas, sino que también introduce mecanismos para la suspensión de actividades ruidosas y el control de emisiones sonoras provenientes de fuentes móviles y fijas.
Este avance legislativo pone en el centro la importancia de la convivencia ciudadana y la protección de los ecosistemas, con la esperanza de que la tranquilidad sonora sea una realidad para todos los colombianos.