El 1 de septiembre, en Tame, Arauca, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) perpetró un ataque que resultó en el asesinato de dos soldados de las Fuerzas Armadas colombianas: Javier Augusto Quimbayo y Luis Ángel Pushaina. Los soldados se encontraban en un puesto de control cuando fueron atacados por miembros de esta organización armada.
El ataque ha sido documentado a través de imágenes que han circulado en medios y redes sociales, mostrando la brutalidad del crimen. A pesar de la gravedad del incidente y el sacrificio de estos dos miembros del Ejército Nacional, hasta el momento no se ha habido una declaración oficial del presidente Gustavo Petro condenando este acto de violencia.
En su momento, el Ejército se pronunció sobre los hechos: «Ante este trágico hecho, el Comando de la Décima Octava Brigada activó de inmediato los protocolos del plan candado, en coordinación con la Policía Nacional, para dar con los responsables.
Adicionalmente, se estableció contacto con las familias de nuestros soldados asesinados, ofreciendo un equipo interdisciplinario para brindarles acompañamiento psicosocial y espiritual».