Para monitorear de manera permanente la evolución y los efectos que pueda ocasionar el fenómeno de El Niño en el agro y vigilar potenciales problemas de abastecimiento de alimentos, el Ministerio de Agricultura puso en marcha un Puesto de Mando Unificado (PMU) para el sector.
En la sesión de este lunes se pidió la revisión de algunas cifras sobre la posible muerte de ganado en algunas regiones del país como consecuencia del calentamiento por el cambio climático.
En este trabajo van a participar y articular acciones el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional y las autoridades municipales.
El PMU para el agro está conformado inicialmente por las entidades de la cartera agropecuaria y las gobernaciones de los departamentos que se han visto más afectados por el fenómeno climático, para articular acciones y mitigar afectaciones a los productores.
La primera reunión, realizada el fin de semana, contó con el liderazgo de la ministra Jhenifer Mojica, la viceministra de Asuntos Agropecuarios, Aura María Duarte, y representantes de las gobernaciones de Huila, Cundinamarca, Boyacá, Sucre, Córdoba, Santander y la institucionalidad del agro.
La ministra Mojica indicó que con el PMU se establece un sistema de reportes sobre las afectaciones de la agricultura, que se actualizará permanentemente, y permitirá realizar acompañamiento y articulación con los territorios para la toma de decisiones.
Ese sistema de reportes alimentará el nivel de atención nacional, que se encarga de consolidar la información general, mediante la coordinación de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
El PMU realizará el monitoreo permanente sobre el abastecimiento y precios de los alimentos, con el fin de evitar que haya especulación por este fenómeno.
Se solicitó a los departamentos priorizados compartir información de afectaciones, hectáreas y subsectores impactados, especies y cultivos, etc.
También se recibirá información actualizada sobre variaciones en el rendimiento de algunos cultivos, disminución del caudal de los ríos, incremento en el riesgo de incendios forestales y posibles racionamientos de agua, tanto para riego como para el consumo animal y humano.