Estas fueron algunas de las conclusiones a las que llegaron los invitados al evento “Diálogos permanentes por la educación superior”, organizado por el Ministerio de Educación Superior (MEN) y realizado en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia. En él, los participantes manifestaron la necesidad de tener programas académicos completos en la Sede para que disminuya la deserción y permita que los jóvenes regresen a su territorio a trabajar.
El quinto encuentro de los diálogos impulsados por el MEN busca integrar diferentes actores de la comunidad educativa como docentes, estudiantes, sindicatos y movimientos estudiantiles en torno a lo que se debería incluir en la Reforma Integral a la Ley 30 de 1992. Esta decisión se encuentra contemplada en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) aprobado por el Congreso de la República.
La viceministra de Educación, Ana Carolina Quijano, visitó la capital del departamento de Arauca para integrar las diferentes voces que puedan aportar a dicha reforma a partir de las necesidades de la Orinoquia.
“Esta es una apuesta para lograr lo que esperamos como país, y es que la educación superior sea un derecho. Hoy no lo es y eso tiene unas implicaciones. Pero en contraste tenemos territorios como Arauca, donde hay posibilidades a pesar de que la cobertura es baja”, afirmó.
Para lograr la participación de los invitados en la primera ronda se instalaron cuatro mesas temáticas, así: (i) financiamiento, regionalización y cobertura, (ii) calidad y pertinencia, (iii) gobierno universitario, y (iv) autonomía.
Así mismo, en la segunda ronda las mesas temáticas giraron en torno a: (i) bienestar y permanencia, (ii) docencia e investigación, (iii) enfoques diferenciales, y (iv) inclusión e interculturalidad.
Durante los conversatorios los participantes señalaron una necesidad evidente, y es la falta de instituciones de educación superior en el departamento de Arauca, además del déficit de la educación media, que atraviesa problemas evidentes como infraestructura precaria y niveles inferiores de calidad frente al resto del país. Aseguraron que dicha problemática impide que los jóvenes accedan a una oferta de educación superior.
Sin embargo, lo que más resaltaron los participantes, entre quienes se encontraba egresados de la UNAL y miembros de movimientos estudiantiles, fue la necesidad de tener una oferta académica completa en la UNAL Sede Orinoquia que permita que los estudiantes cursen el pregrado en el departamento.
La Sede Orinoquia funciona bajo el Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama) con cobertura en esta región, con la finalidad de conectar los departamentos apartados a la educación superior. Los jóvenes cursan máximo hasta tercer semestre en la Sede y luego se trasladan a una Sede Andina: Manizales, Bogotá, Medellín o Palmira.
Para los invitados, entre quienes estaba el actual secretario de educación del departamento de Arauca, Marceliano Guerrero Alvarado, que los estudiantes tengan que desplazarse a otra sede intensifica la deserción y hace díficil que retornen para trabajar en su territorio.
Una situación que se agudiza por los altos índices de desempleo que tiene la capital Arauca, pues según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), con un 29,4 % el municipio concentra una de las cifras más altas de desempleo, cifra que aumenta por los problemas de orden público, la falta de instituciones del Estado y la precaria oferta educativa superior.
“Es importante manifestar la falta de cobertura de la educación superior en el departamento de Arauca, a pesar de que contamos con la presencia de la UNAL, hay barreras para el acceso a la educación”, señaló el funcionario.
La viceministra aseguró que las conclusiones de las mesas temáticas permiten abordar como prioridad mejorar las condiciones de los docentes ocasionales de las IES, fomentar la financiación para la investigación regional –ya que los investigadores participantes aseguran que hay poco apoyo en esta área–, y sobre todo mejorar problemas estructurales como la conectividad a internet, las intermitencias de electricidad, las vías terciarias y la disminución de la violencia que impacta en el acceso a la educación.