La aparición de la nueva enfermedad llamada viruela del mono está causando preocupación en varios países del mundo.
El brote llegó a Europa donde varios países como Reino Unido, España y Portugal ya reportaron numerosos casos de esta viruela que tiene su origen en África.
Esta enfermedad, es endémica en África occidental y central y, aunque ha generado algún brote fuera del continente africano, no había circulado antes por Europa.
La mayoría de las infecciones se han detectado en hombres jóvenes que mantuvieron sexo con otros hombres, aunque el virus afecta por igual a hombres y mujeres.
Por lo que se conoce no es, en principio, una enfermedad de transmisión sexual y, de hecho, el uso del preservativo no protege, aseguró la doctora Natalia Rodríguez-Valero, médico del servicio de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona e investigadora de ISGlobal.
El contagio se produce por un contacto con la piel de un afectado o con las mucosas. Este contacto debe ser íntimo y prolongado.
Aunque la viruela del mono no es excesivamente contagiosa y tampoco suele ser peligrosa para quienes la contraen, las autoridades sanitarias han preferido tomar precauciones.
Según informa la institución Science Media Centre España (dependiente del Ministerio de Ciencia) en su página web, “la transmisión entre humanos es limitada y requiere contacto cercano, ya sea con secreciones respiratorias o lesiones cutáneas, un objeto contaminado o un contacto cara a cara prolongado que permita la infección a partir de partículas respiratorias.
La cadena de transmisión más larga documentada es de 6 personas.
Si se convive con una persona afectada no se deben compartir vaso, ni cubiertos, ni toallas, por ejemplo.
Evitar el contacto estrecho
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el contacto estrecho con otros pacientes constituye el factor de riesgo más importante de infección.
“Ante la falta de un tratamiento o vacuna específicos (aunque sí se recetan antivirales), la única manera de reducir la infección en las personas es sensibilizarlas sobre los factores de riesgo y educarlas acerca de las medidas que pueden adoptar para reducir la exposición al virus”, indica la OMS.
1-Es importante reducir el riesgo de transmisión de los animales a las personas.Es necesario evitar cualquier contacto con roedores y primates y, en segundo lugar, limitar la exposición directa a la sangre y la carne, y cocinarlos a fondo antes de consumirlos.
Durante el manejo de animales enfermos o sus tejidos infectados, y durante los procedimientos de matanza, deben usarse guantes y otra ropa protectora adecuada
2-Hay que velar por reducir el riesgo de transmisión de persona a persona.
Es preciso evitar el contacto físico estrecho con las personas infectadas por el virus de la viruela del mono. Para asistir a los enfermos se deben usar guantes y equipo de protección. Hay que lavarse las manos sistemáticamente después de atender a un enfermo. Se recomienda aislar a los pacientes en su casa o en centros de salud.
3-Los expertos resaltan que aquellas personas que no lo han hecho, deben considerar seriamente la conveniencia de vacunarse contra la viruela.
Pero indican que la antigua vacuna antivariólica no debe administrarse a personas inmunodeprimidas.
4-El personal sanitario que atiende a los pacientes infectados o que manipula muestras obtenidas de ellos, debe observar las precauciones ordinarias para el control de infecciones.
La OMS anunció el martes último que quiere esclarecer, con la ayuda del Reino Unido, los casos de viruela del mono detectados desde principios de mayo, especialmente entre la comunidad homosexual.
Las autoridades de España y Portugal — este último país donde también se identificaron 5 casos y otros 20 están en estudio— activaron una alerta sanitaria nacional, esta enfermedad rara es poco contagiosa entre humanos, no tiene tratamiento y generalmente se cura sola.
Sus síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y fatiga. También pueden aparecer erupciones cutáneas, especialmente en la cara, y expandirse a otras partes del cuerpo.
Reino Unido identificó siete casos desde el pasado 6 de mayo, según la agencia británica de seguridad sanitaria (UKHSA). A excepción del primer caso -la persona infectada había viajado recientemente a Nigeria-, los pacientes se infectaron en el Reino Unido, haciendo temer una transmisión comunitaria.