La Laguna de Lipa es, quizás, uno de los símbolos de la lucha de las organizaciones campesinas e indígenas contra la excavación petrolera en el departamento. Líderes sociales hablan sobre la destrucción de la Laguna de Lipa en Arauca.
El espejo de agua era un santuario de fauna y flora, cuna de de peces de la región de la Orinoquía. De hecho, el antiguo INDERENA había declarado la laguna junto con su complejo ecosistema de esteros y caños una resereva forestal de una extensión de 275.575 hectáreas, que inclusive estaba en proceso de expansión.
“Pero igual cuando se necesitó hacer explotaciones de los bienes de la naturaleza, hasta hí llegó el santuario. Hemos dicho que este departamento no es petrolero, las comunidades no viven de eso ni recibimos las regalías que deja ese saqueo”, dice Juan Carlos Torres, abogado de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra, que trabaja arduamente contra el tema de falsos positivos judiciales en el departamento.
Hoy para cualquier civil es imposible acercarse a la Laguna de Lipa, por lo que es difícil obtener fotografías. Los campesinos cuentan que al interior del estero de agua se construyó la plataforma multipozo Chipirón, que conecta con rieles hasta el exterior de la laguna.